Mi opinión es que vale, es un error más o menos grave. Pero es eso, un error. El problema no es sólo que el ajustador se equivoque; el problema es algo más profundo y a la vez más sencillo de explicar.
Cuando uno nace, desgraciada o afortunadamente, ni elige el sitio donde lo hace, ni elige el entorno cultural. Alguien que nazca y viva en Toledo, por ejemplo, se pasará toda su vida oyendo laísmos, leísmos, etc. Frases que a un tío de La Coruña le harían temblar del repelús, para otro de otro lugar pertenecen al idioma que habla, y escucha todos los días.
Un ajustador, un traductor, un director de doblaje, etc, deben tener un conocimiento exacto de la lengua con la que trabaja, pero es muy difícil corregir errores y hábitos que adquieres desde pequeño, precisamente porque cuando uno habla no está pensando si lo que está diciendo tiene una estructura gramatical correcta o no. Cuando escribes, sin embargo, es más fácil darte cuenta del error y tienes más tiempo para corregirlo. Pero eso no significa que no te equivoques nunca. Y sobre todo en la coyuntura actual, en la que hay que doblar/subtitular en demasiado poco tiempo como para limar errores y revisar el trabajo con lupa en busca de fallos del subconsciente.
Pero vamos. Que yo estoy más harto de catalanismos que de laísmos, por la sencilla razón de que los laísmos que se \"cuelan\" en un doblaje/subtitulado son los mismos que puedo cometer yo, pero como no soy catalán me rechinan los oídos con el tema del \"venir\" y el \"ir\" o el \"habían cuatro personas\", por ejemplo. Pero es normal. Se trata de errores, que hay que corregir, pero también hay que entender. Sobre todo porque (y os hablo del caso del laísmo) os puedo asegurar que si se dijeran tantos en una película como se oyen en mi ciudad, a los que ahora se escandalizan por oír un par de ellos se les caerían las orejas al suelo.
Saludos