También habría que entender que los que preferimos la versión original no estamos necesariamente en contra del doblaje. Yo hace muchos años que no veo una película doblada, porque me gusta más verlas en VO. Y no tiene nada que ver con el snobismo ni con el gafapastismo (uso lentillas

), ni con la pedantería ni con nada de eso. Es que después de mucho tiempo viendo cine tanto doblado como en VO, he llegado a la conclusión de que prefiero esta segunda opción. Ya sé que el doblaje no lo inventó Franco, ya sé que el subtítulo tapa parte de la imagen y todos esos argumentos y, sin embargo, no voy a cambiar de idea en un futuro próximo. Por otro lado, lo que ha ocurrido en el mundo del doblaje en los últimos años, por desgracia, no hace sino reforzar mi argumento. No me importa ver una película clásica con un doblaje de su época. Disfruto con los míticos doblajes Metro y Voz de España, porque la mayoría son en sí mismos una obra de arte. Lamentablemente, cada vez se me hace más insoportable escuchar algunos de los doblajes que se hacen en los últimos años. Lo siento, pero hay películas como 'Gran Torino' o 'Banderas de nuestros padres' que resultan insoportables en castellano. Y podría hacer sangre con cosas como 'Escuela de rock', pero no quiero caer en eso, ya que yo mismo comprendo que son una triste excepción. Pero es que incluso el doblaje 'estándar', en el que no intervienen 'elementos externos', resulta cada vez más molesto. Con esto no quiero decir, evidentemente, que todo el doblaje actual sea malo, pero el problema es que encontrarse con un trabajo redondo es cada vez más difícil.
Respecto a lo de leer Ibsen en noruego, que suele ser otro argumento que utilizan los defensores del doblaje, pues sólo puedo decir que sí, que me encantaría leer a Ibsen en noruego, pero lamentablemente no puedo hacerlo. Sin embargo, eso es reducir demasiado la labor de un doblaje o la experiencia de ver una película. Una película no es sólo texto. Es texto, por supuesto, pero también interpretaciones, un sonido determinado, unas voces, un tono. Lógicamente si veo una película en VO tengo un trabajo adicional, que es leer los subtítulos, pero también tengo otras compensaciones. Puedo disfrutar de la película tal y como la concibió su director, su ingeniero de sonido, sin tener que, en ocasiones, sufrir unas voces resonantes por encima de todo el resto del audio, si tener que darme cuenta a cada momento de que están doblando en banda aparte, etc...
Vamos, que preferir la VO no implica, necesariamente, estar en contra del doblaje. Y los que vemos cine en VO no somos ni bichos raros, ni eruditos, ni nada por el estilo. Afortunadamente hace ya una década que el DVD vino a traer justicia, porque antes de eso a los 'raritos' nos resultaba imposible disfrutar el cine de la forma que nos gusta.
Saludos