Si es que soy un hacha...
En fin, anoche fui a ver UP IN THE AIR, y durante aproximadamente una hora de las casi dos que dura no podía dejar de pensar que así era exactamente como debían ser las películas como mínimo: agradables, carismáticas, con facilidad para conseguir la complicidad del espectador, bien montadas, bien interpretadas. Me gustó especialmente el montaje metódico con el que se reflejaba lo cronometrada y mil veces llevada a cabo "rutina de aeropuerto" de Clooney. Y muy bien aprovechada está también la tontería de las figuras de cartón, que da lugar a situaciones en la que se demuestra que los aeropuertos, los aviones, etc, no son sólo el trabajo y el ambiente habitual de Clooney, sino que también son su afición, su especialidad.
Durante toda esta primera hora, también pensaba que la incorporación del personaje de la pipiola que acompaña a Clooney en sus viajes era una buena idea, y que sin ella (y sin que se interponga de algún modo en el desarrollo de la relación entre Clooney y Farmiga), la película bajaría a un nivel más convencional de tío-irresponsable-que-conoce-a-una-tía-y-se-enamora. Y justo esto es lo que pasa en el resto de la película. Llegado el punto en el que Clooney dice "ehm, tengo que coger otro avión, nos veremos en casa" y se marcha en busca de Farmiga, dejando a la pipiola y desapareciendo ésta de la trama, la película podría haber sido de 8, muy buena; pero a partir de aquí todo se vuelve ultraconvencional, Clooney evoluciona de forma predecible y exactamente igual que en CRUELDAD INTOLERABLE (el mejor abogado divorcista/despedidor desarrolla una visión de la vida contradictoria con sus ideales primigenios y su trabajo, y hasta se repite el numerito de la conferencia) y se nos pone por delante un mensaje profamilia y proestabilidad que de por sí no es un problema, pero que cuando se convierte en el leif motiv machacón de la película, sí se convierte en un obstáculo, sobre todo si se remata con un manipulador momento en off en los créditos del final. Lo curioso es que las dos películas anteriores de Reitman ya contenían un mensaje moralista bastante tradicionalote, sólo que en JUNO, por ejemplo, era una mera consencuencia de la trama y no necesariamente una lectura aleccionadora. Y manda narices que tenga que defender a JUNO en algún aspecto.
De Clooney no hay nada que decir, el tío está estupendo, como siempre; y como siempre, si persigue el óscar no se le nota nada (aprende, Angelina Jolie). Vera Farmiga... Bueno, su interpretación no es mala, pero tampoco especialmente brillante. Está bastante buena, eso sí, aunque si su desnudo de espaldas es en realidad de una doble está aún por aclarar. La pipiola, que salía en CREPÚSCULO (que conste que me lo señaló la amiga con la que fui a ver la peli, yo no habría caído solo

) se defiende muy bien con un personaje que, como ya he dicho antes, es francamente bueno, y casi una balsa de salvamento para todo el primer tramo de la película. Además, protagoniza un momento bastante intenso (y estupendo) en el que ha de despedir, conferencia online mediante, a un pobre hombre que en realidad está en el despacho contiguo. Muy triste, muy duro y muy cierto.
Me resultó muy curioso que la participación de J. K. Simmons y de Galifiloquesea fuera tan breve, teniendo en cuenta que salen en los créditos. Pero fijçaos que hasta me gustó el "engaño", ya que estaba predispuesto a volver a verlos en algún momento y no fue así.
En resumen, una película muy agradable de ver, extremadamente agradable en realidad, y que merecería sólo por esto un 8, pero el lastre de la última parte es un escollo que no se puede ignorar... Un 7.