Venga, vamos a ello. Claves para hacer de GRAN TORINO una gran película:
1) Una historia muy sencilla que deja sitio para añadir todo tipo de matices que la enriquezcan.
2) Un tono que oscila entre la tragedia (obligatoria en una historia de estas características) y la comedia, perfecta para restarle pretenciosidad al relato y dejar que el que ve la película lo haga con gesto no demasiado grave.
3) Auténtico y genuino cuestionamiento del sentido del honor norteamericano, mucho más valiente de lo que a nosotros (siendo de otro país) nos podría parecer.
4) Ecos de HARRY EL SUCIO que harán regodearse a los fans (o a los que acaban de descubrirlo, como un servidor

). Me permito copiar una cosa que he leído en blogdecine y que me ha encantado, una frase que viene a decir: "en algún momento más de uno pensará: ¡a por ellos, Clint!".
5) Un fondo más profundo que lo que puede verse a primera vista (¿es Walt un racista o un rezagado de la sociedad asustado y resentido por eso mismo?).
6) Decisiones de guión que se alejan del tópico (un ejemplo: lo típico habría sido que Walt hibiese permanicido obstinadamente huraño para no reconocer que está empezando a sentir cariño por sus vecinos asiáticos; pero no ocurre).
7) Empatía para con los personajes. Sufrir con ellos cuando hace falta, angustiarse, o sentirse en comuna.
8 ) Algo que no sé explicar, una fórmula secreta que consigue que situaciones a priori manidas funcionen y no molesten en absoluto, como el "aprendizaje mutuo" entre Walt y el cura joven.
9) Un clímax fatalista pero perfectamente rodado, para no caer en un lagrimeo telefilmero, sino en un angustia sincera (yo no quería que pasara... pero pasó).
10) Clint Eastwood actuando. Duro, sutil, incluso cómico. Y siempre creíble e intenso.
Tiene, efectivamente, un par de cosas que sí me chirriaban, como el retrato de la familia de Walt (demasiado estúpidos, un poco dibujados para ser odiados automáticamente, como ya pasaba en MILLION DOLLAR BABY), pero empañan bien poco la cosa. Un 8 y sigo pensando en ella...