Citar:
En fin, si quieres nos podemos pasar horas hablando de por qué a ti David García no te parece adecuado para doblar a Michael Rapaport en Prison Break y de por qué a mí sí. En serio, de verdad, eso me parece de muy respetable.
Pensé que ahora sí, por fin, obtendría una respuesta.
Es verdad, lo digo públicamente, no fue correcto ese pequeño matiz que hice.
Ahora bien, me pregunto: ¿Alguien sabe lo que se siente cuando siembran tu ilusión con palabras como "Cuento contigo te llamaré" o "No te preocupes tengo tu teléfono" y un largo etcétera... y todo se queda en eso, en una ilusión, en unas
falsas esperanzas que van minando tu estado de ánimo y tu vida en general?
Miguen Ángel y David, no pretendía que esto pareciera un problema personal -aunque así haya sido- pues ya dije que no tengo ninguno contra vosotros, pero son tantas las veces que he oido estas palabras de otra gente que uno, al igual que vosotros es humano, pero a diferencia de vosotros, no ha conseguido uno de sus sueños más importantes y termina por soltarlo todo cuando menos y con quien menos debe hacerlo...
Es decir, cuando tu vida gira en torno a una profesión, inviertes lo que no está escrito en ello, y no sólo no ves recompensa alguna, sino que encima vives con ese lastre de llevar una vida que no deseas con el único objetivo de tener disponibilidad total, para algo que no termina de requerir tu disponibilidad...
¿Acaso nadie de los que tan duramente me han criticado, nunca han hecho o dicho ninguna tontería por algo que ocupa en su cabeza casi todas las horas del día?
¿Es que sois todos perfectos y soy la única persona imperfecta que puede haber tenido un mal pensamiento en un momento inoportuno y en un medio (escrito) aún más inoportuno?
Creo que "explotar" en algún momento dado es humano. Y creo que habeis sido muy injustos con críticas hacia mí.
Creo que siguen habiendo preguntas -al margen de toda esta movida que creo está zanjada ya- que no obtienen respuesta y que me temo, nunca la obtendrán...
Un saludo a todos y eso sí, aprovecho para agradecer de corazón a toda esa gente que sí cumplió eso de "cuento contigo, tranqui que me acordaré de ti".
No muchos, pero también los hay y siempre les estaré agradecido por haberme hecho sentir algo que la palabra no puede describir.