Todo el mundo sabe en qué consiste la principal actividad profesional del señor Izaguirre: básicamente en la provocación pura y dura y en levantar polémica sobre cualquier tema que se presente (aunque no tenga ni la más remota idea de lo que está hablando). Personalmente no me parece un modo muy digno de ganarse la vida, pero bueno, allá cada cual. Ahora bien, creo que esta vez se ha pasado de verdad. Cada uno tiene derecho a opinar lo que quiera, pero cuando das tu parecer acerca de una profesión, hay que hacerlo con mucho más cuidado, y sobre todo con mucho más respeto. Hacer ese tipo de declaración, y jugar con el pan de tantos profesionales del sector, me parece que es de ser un auténtico sinvergüenza. No encuentro otra palabra.
Eso en primer lugar. En segundo lugar, lo que sí sería interesante promover es una asociación para erradicar los programas basura que copan a todas horas y todos los canales de nuestra televisión cada día, y a costa de los cuales, parásitos como Boris Izaguirre se están haciendo de oro. Porque, ¿quién era Boris Izaguirre antes de Crónicas Marcianas? A lo mejor piensa que la gente compra sus libros o lee sus columnas porque todo lo que escribe interesa muchísimo, y no porque es el famosito de turno que una vez se puso de moda. Este tipo de programas y los personajillos que "trabajan" en ellos (véase Boris Izaguirre), SÍ son el verdadero cáncer de la cultura de este país, y no sólo nos mantienen en el subdesarrollo, sino que nos obligan a ir hacia atrás y nos impiden avanzar. ¿Cuál es el mensaje que se le está enviando a la juventud desde los medios de comunicación audiovisuales? Por ejemplo, cómo debe mantenerse correctamente una conversación. Ante todo, jamás escuchar al que tenemos enfrente, hablar altísimo, si es preciso chillando, lo importante es que sólo se escuche lo que nosotros tengamos que decir. Por supuesto, si puede ser insultando a todo el que haya delante, mejor que mejor. Y la forma más divertida de pasar los ratos de ocio, es bucear en la vida privada de nuestros vecinos, a ver si con un poco de suerte encontramos sus trapos sucios y se los podemos tirar a la cara en la primera ocasión que se nos presente. Menos mal que en este tipo de programas, además de todo eso, se habla un castellano perfecto y correctísimo... Muy pronto se le ha olvidado al señor Izaguirre cómo se dio a conocer. Qué bonito ir de intelectual ahora con todo el espectáculo televisivo que ha dado durante años.
¿Y la culpa de la incultura en España la tiene el doblaje? De todas las acometidas que he escuchado contra esta profesión, ésta es la más rastrera de todas sin lugar a dudas. Ya está bien de meterse con el doblaje. Lo que hay que oír... Alguien debería hacer algo al respecto.
A ver si impresentables como Boris Izaguirre empiezan a darse cuenta de que este sector está formado por PROFESIONALES DE VERDAD, gente que hace un trabajo digno sin meterse con nadie. Personas que no necesitan chillar como ratas, insultar a diestro y siniestro, y bajarse los pantalones en público para ganarse la vida.
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