Hola a todos.
Antes de nada, decir que sólo soy un gran aficionado a este mundo, por lo que pido perdón de antemano por si hablo sobre lo que no sé y puedo ofender a alguien a quien no debería.
Sólo tengo 17 años, pero me interesé en esto hace ya bastante, símplemente porque un día me planteé cómo podía ser que "en una película americana hablasen en español". Porque para mí de verdad que los actores hablaban en español. Descubrí esta página y estuve años metiéndome, curioseando sobre los actores que tanto apreciaba que con el tiempo fui reconociendo, viendo los mensajes en el foro,en el que me encontraba comentarios de algunos de mis "héroes" y que leía con tanta ilusión como si estuviese hablando yo con mis actores favoritos, y cuando vi que estaba leyendo a Gandalf, cuando ya llevaba un par de años entrando por aquí, ya me ilusioné tanto que el doblaje pasó a ser el trabajo que más apreciaba. Poco después me registré, con la ilusión de poder hablar sobre algo interesante con aquellas leyendas vivas, pero no llegué a tener ocasión de realizar esa charla desenfadada, ya que de repente apareció un post muy problemático en el que se hablaban de cambios, envidias, traiciones y puñaladas intencionadas... Y yo me preguntaba cómo era posible que alguien a quien apreciaba como actor pudiese ser tan malvado como para hacer algo así en este maravilloso mundo donde lo importante era el sueño por meternos a los espectadores españoles en unas historias, hacernos reir con los personajes, emocionarnos con sus grandísimas interpretaciones, olvidando que en realidad las voces no correspondían con lo que veíamos... Yo estaba seguro de que se trataría de un error, que nadie podía querer fastidiar a alguien en esa profesión que tanto amaban. Llegó la película y la cosa se quedó así... Tres de mis héroes (a saber Salvador Vidal, Rogelio Hernández y Pepe Mediavilla) habían desaparecido; los habían quitado de en medio.
Fue algo que me decepcionó mucho y me descolocó, aunque nunca dije nada en el post porque yo sólo soy un espectador y no sabía qué podía estar pasando ahí. Leí las sabias palabras de Pepe Mediavilla de que iba a intentar hablar con los responables de la película para que eso no se quedase más que en un malentendido, y estaba seguro de que por la naturaleza de bien de la que parte el doblaje todo se iba a solucionar. Sin embargo pasaron los días, los meses... y con lo único que me encontraba era con que casos como ese se repetían, cada vez con más frecuencia.
De verdad que no me cabía en la cabeza lo que veía. El doblaje español, que yo tantas veces había escuchado que era el mejor del mundo, y que de verdad lo creía, estaba al borde de un pozo cuyo fondo todavía es incierto. Desde ese tiempo hasta hoy me he dado cuenta de que mi maravilloso mundo del doblaje ha sido acorralado por... el mundo real. El gusto por un doblaje bien hecho, el disfrutar con su trabajo, todo para seguir haciéndonos vivir esas historias que el cine quiere contarnos en nuestro idioma para que nos resulta mas fácil y acogedor, y mantener el estatus de mejor doblaje del mundo, se ha ido viendo empañado por cuestiones económicas y malas intenciones, los dos grandes eternos problemas. He pasado de ser alguien que disfrutaba viendo cada película o serie doblada a alguien que se decepciona cada vez más. Y es que me pregunto dónde ha quedado para algunos ese amor por el doblaje que daba tan buenos resultados, y al que no le importaban las prisas, el dinero, y que no conocía de traiciones, sin distinción de dónde se realizase, y que sólo quería hacer orgullo al doblaje castellano.
Sabéis... A mí una de las cosas que más me gustaban del doblaje era que como todo era un mismo mundo, sin hacer distinciones de categorías, era muy fácil conseguir la continuidad de voces, por lo que todos los actores tendrían siempre su voz, que para nosotros era "su" voz, y además todas las series de animación conservarían las voces de sus películas, cosa que en América nunca verías, y aunque en una serie de imagen real de una película cambien los actores, aquí para nosotros seguirán siendo "los mismos". Incluso me sentía afortunado de que las versiones originales de casi todo tuviesen que ser dobladas. Pero aunque la teoría es muy bonita, la práctica por lo que parece es otra cosa. De verdad que hay veces que no me puedo decepcionar más por las raterías que me tengo que tragar en el doblaje últimamente... Y ya no hablemos de lo que cuesta ver que alguien traduzca algún texto al castellano (algo verdaderamente insólito). Parece que lo normal hoy es que si estás viendo una serie de animación tengas que dar las gracias todos los días porque no cambien las voces a los protagonistas de un capítulo para otro. El tiempo es oro, y si un actor no puede ir durante una semana, se le sustituye para toda la temporada, y con suerte volverá a la próxima. Afortunadamente, en las series de imagen real se tiene un poco más de respeto ya que considerarán que el público de estas sí que notaría la diferencia. En fin, sólo son series de dibujos, ¿no? Lo que queremos es que los niños se compren chapas de los personajes, no que disfruten con el doblaje. "Venid a ver mi película, que la dobla el famoso este que es muy gracioso". Dinero, dinero, dinero. Y podría seguir hablando de redoblajes, pero tengo que admitir que me falta mucha cultura de doblaje antiguo, así que sólo he sufrido con los casos más recientes o de los grandes clásicos.
Y es que esa continuidad, que para mí es tan importante, es una de las cosas donde reside la "magia" del doblaje. Porque ¿no es el doblaje un engaño en el buen sentido, un intento de hacernos creer que lo que vemos es lo que hay? Entonces, ¿cómo piensan conseguirlo, si las cosas no nos cuadran entre una película y otra? Madrid, Barcelona... Y yo que pensaba que sólo existía "el mundo del doblaje". Aunque todavía hay veces en la que te encuentras doblajes mixtos (o no mixtos, claro), en los que todo te cuadra, en los que a la primera frase ya te olvidas del nombre del actor de doblaje porque te parece imposible que no sea el personaje de verdad, y en los que sientes esa sensación acogedora de estar metido en esas vidas, donde la magia del doblaje ha vuelto a hacer su efecto.
Al fin y al cabo, supongo que la clave de todo, lo que hace que mi maravilloso mundo del doblaje vaya a la deriva, esperando a ser rescatado, en verdad sólo es una: la falta de respeto, hacia el espectador, y hacia los propios compañeros. Un respeto que se siente al escuchar hablar a los que aún aman esta profesión (que yo creo que son muchos), y que desaparece cuando ves que entran en juego los intereses del "mundo real".
Lo que está haciendo la Warner es tan vergonzoso y deprimente a la vez, que no se ya qué pensar. De hecho incluso irán de buenos: "sólo les estamos dando oportunidades a actores de Madrid que no tienen por no estar en Barcelona". En fin... Lo justo sería que los castings se hiciesen en ambos sitios, y se elijiese la mejor voz ya para siempre. Pero no porque David Robles sea un estupendo actor de doblaje lo va a pagar Luis Posada que es igual de bueno para el personaje, o mejor por la experiencia que tendrá. Si algo está bien, y no se puede mejorar, ¿por qué cambiarlo por otro que también lo haga bien? No nos engañemos, las cosas no van por ahí. El mal también existe aquí, y la Warner sólo se está riendo de todos y cada uno de los que tengan algo que ver con sus películas. Ni siquiera es por ratería, es porque les da la gana. Ellos mandan. Lo único que se consigue con eso, es quitarnos la ilusión a los espectadores de escuchar a Jack Nicholson, Leonardo Di caprio, Morgan Freeman, Liam Nesson: la magia del doblaje.
Ya lo he dicho al principio: sólo soy un aficionado, y sé que me he extendido demasiado, lo siento, pero tenía que decirlo, y decir también mi esperanza en que las cosas no sean siempre así. Por ahora los espectadores sólo podemos esperar a que la situación mejore, haciendo lo que podamos desde nuestra posición, y los profesionales estoy convencido de que seguirán luchando cada día con más fuerza por la profesión que muchas veces se ve en cada frase que aman. Esa gente malvada que tiene acorralado a mi maravilloso doblaje, nos intenta hacer creer a todos que estábamos engañados, que el doblaje español no es el mejor y nunca lo ha sido, y que el amor por este nunca ha existido. Sin embargo, yo sé que dentro de poco el cazador se convertirá en presa, que todos los verdaderos profesionales volverán a poder hacer bien su trabajo, que volverá la magia a cada frase, y que todo esto sólo habrá sido una broma, una broma muy pesada que ha hecho mucho mal; la gran broma del doblaje.
Un saludo,
Ralc
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