Me uno a las condolencias a su familia y a la profesión del doblaje en general. Rogelio fue uno de los genios que dio el doblaje. La personalidad de su voz es irrepetible: ha habido pocos actores capacitados como él para el registro interpretativo más difícil: el desgarro, el grito, el dolor; los personajes excesivos, dolientes, desesperados, de personalidad desbordante, encontraron en él el actor idóneo, de Marlon Brando a Jack Nicholson o Paul Newman, aunque siempre, siempre, para mí será, sobre todo, la voz de Michael Caine, con quien consiguió una simbiosis inolvidable.
Pero quiero aquí recordar también su vertiente como director de doblaje. En la web figuran no muchos trabajos (seguramente faltan datos sobre muchos más), pero, en concreto, destacan dos de los últimos doblajes perfectos que se han hecho. Uno es EL NOMBRE DE LA ROSA, donde acertó al encomendarle el papel de Guillermo de Baskerville a Jose Luis Sansalvador, que no era su voz habitual, pero que, con la elegancia que había adquirido con los años, se pegó de modo estupendo a un personaje que destaca por su inteligencia y perspicacia.
El segundo trabajo, que ayer volví a ver como un pequeño recordatorio a Rogelio, es REGRESO AL FUTURO. Creo que en algún post antiguo se comentó, pero aquí Rogelio hizo un casting impresionante. Al ser actores poco o nada conocidos, tuvo que partir de cero, y clavó cada elección, desde la emblemática de Michael J. Fox/Jordi Pons a los múltiples secundarios. Pero sobre todo dos: Miguel Ángel Valdivieso con Crispin Glover, una voz de un hombre mucho mayor pero que era eternamente joven (y Rogelio lo supo ver, que MAV le daba además ese plus de pintoresquismo que tiene el George McFly adolescente) y, sobre todo, otro grande, quizá hasta entonces no del todo aprovechado, Luis Posada padre, para doblar al doctor Emmett. Es una elección crucial, porque Posada le da a Christopher Lloyd una sabiduría, un aura de bondad, que atenúan el aspecto extravagante del actor y de sus gestos. Con otra voz, Emmett hubiera resultado mucho más caricaturesco; con Posada, es un hombre distinto a todos pero humano, un sabio entrañable y no un sabio loco. Para mí, una intuición genial por parte de Rogelio.
|