Es un texto muy difícil de resumir, pero lo intentaré: si lo he entendido bien, todo comienza cuando TVE decide "subastar" públicamente 540 episodios de la serie Santa Bárbara al mejor postor. La AEYDS, asociación de empresas del sector (estudios de doblaje, imagino) decide boicotear dicha subasta y le pide a las empresas (estudios), no afiliadas a ella, secundar el boicot. Cinearte no sólo no se adhiere al boicot, sino que se presenta a la subasta, y gana, accediendo a cobrar un 11% menos de lo que marcaba el convenio.
Paralalamente -estamos a mediados de 1988- TVE compra el segundo lote de episodios de la serie Remington Steele, un total de 40 episodios (18 de la segunda temporada y 22 de la tercera) y se ponen en contacto con Eduardo Jover, director, ajustador y protagonista del primer lote doblado 2 años antes. Pero por lo que se ve la suma de dinero que le ofrecen por el triple papel de director, ajustador y protagonista es muy inferior a lo que marcaba el convenio, aproximadamente un millón de pesetas inferior. Eduardo Jover denuncia tal hecho a la APADEMA (asociación de actores de doblaje de Madrid). Una serie de actores le apoyan y acuerdan "boicotear" el doblaje de esa serie si TVE no paga lo que por convenio corresponde. TVE antepone sus intereses económicos al oído de los espectadores españoles (quienes, por cierto, financian TVE) y se niega a pagar más de lo que había ofrecido. Si Cinearte se hubiera negado a aceptar esa cantidad, TVE se hubiera visto obligada a reconsiderar su posición. Pero como siempre en la vida, hay gente dispuesta a trabajar por menos y Cinearte, como ya había hecho con Santa Bárbara, acepta los precios de TVE, lo cual le supone ser vetado por la APADEMA y otros estudios. De los actores que había en plantilla en aquel momento en Cinearte, una buena parte se niega a rebajar sus honorarios, y por tanto rehusan participar en el doblaje de este segundo lote de Remington Steele. No obstante, otros actores y directores, entre los cuales hay unos cuantes de renombre en la profesión, aceptan las condiciones y la serie cambia de voces. Eduardo Jover es sustituido por David Rocha, tanto en el protagonista, como en la dirección, como en el ajuste. También los personajes de Laura Holt y Mildred Krebbs cambian de voz. La serie nunca volvió a ser la misma. Por idéntica razón, McGyver pasa de hablar con la voz de Jover a hacerlo con la de Rocha, aunque en este caso, el resultado es mejor, es de justicia reconocerlo (aunque lo cortés no quita lo valiente).
Cuando a principios de abril de 1989, se reúnen representantes de TVE, APADEMA y Cinearte, parece que consiguen llegar a un acuerdo y están dispuestos a hacer "borrón y cuenta nueva". Pero la alegría dura poco, ya que TVE decide enviar la séptima temporada de Falcon Crest a Cinearte, estudios donde se habían doblado las seis temporadas anteriores. Pero Cinearte, debido a los enfrentamientos que había tenido con diversos actores a raíz del tema Santa Bárbara y Remington Steele, decide no convocar para el doblaje a tres de los actores habituales de las temporadas anteriores, que no sabemos quiénes son. El caso es que el resto de sus compañeros, con dos excepciones, deciden no participar en el doblaje de la nueva temporada, por solidaridad hacia sus compañeros marginados. Y así, el espectador, sin comerlo ni beberlo, se enfrenta a unos cambios de voz en plena escena de la bahía de San Francisco. Al final de la sexta, se oye a Luis Porcar, María Luisa Rubio y Fernando Acaso. Al principio de la séptima, en la misma escena, plena de dramatismo y clave en el devenir de la serie, pasa a oírse a Héctor Colomé, Selica Torcal y el que susituyó a Acaso, que no sé cómo se llama. Los demás personajes, a excepción de los de Melissa Agretti y Eric Stavros, cambian de voz: Angela, Lance, Emma, Chuli, Vicky, amén de los mencionados Richard, Maggie y Dan Fixx. Vamos, un disparate.
Bueno, más o menos eso era.
P.D: Por cierto, ¿soy yo el único seguidor de estas series al que le molestaron los cambios de voces?
_________________ montalvo
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