Bueno, a ver, ya he dormido y esas cosas que dicen que son importantes para asentar una opinión, así que creo que puedo hablar con más seguridad y de forma menos críptica. EVA AL DESNUDO + LA SEMILLA DEL DIABLO + CARRIE + SUSPIRIA + ballet = CISNE NEGRO. Esto no es ni malo ni bueno, puesto que hay que preguntarse "vale, venga, ésa es la mezcla, ¿pero qué tal queda?". Pues queda muy bien. Pero le veo unos cuantos problemas que me fastidian un montón, porque la película podría tender fácilmente a la perfección. El primero y más obvio, los momentos de terror barato, que más que a Polanski me recuerdan a mierda aquella de LA BENDICIÓN (sí, a LA BENDICIÓN y no a otra, ya me diréis por qué). Aronofski buscar apoyar la atmósfera de locura de Nina, pero de esa forma sólo consigue que los sustos facilones canten en demasiados momentos. El segundo, que la película comienza demasiado pronto a soltar destellos de la locura de Nina, cuando lo ideal habría sido plantear primero una cotidianidad monda y lironda para entonces enrarecerla poco a poco con las aterradoras ilusiones. Éstas habrían sido más efectivas de este modo. Y el tercero es algo así como el precio que debe pagar Aronofski por el salto sin red que supone crear un paralelismo visual (apoyado en la idea de que Nina está como una chota) entre la transformación del cisne y la de Nina: el ridículo por momentos. Es muy complicado coseguir lo que busca Aronofski sin fracasar absolutamente, y él se queda a medias, lo cual no es desdeñable. Hay momentos en los que di gracias del súbito corte a negro antes de que todo fuese a peor (las rodillas hacia atrás), otros que se alargan más de lo conveniente y que avanzan inexorablemente hacia la vergüenza ajena (las plumas en la espalda), y otros que, milagro, derivan en una maravillosa apoteosis visual y emocional (la transformación final en el escenario). También hay que tener en cuenta que la película se beneficia del propio ballet de EL LAGO DE LOS CISNES, una de las mejores y más intensas piezas jamás compuestas por músico alguno, que quieras que no, engrandece todo aquello a lo que acompañe. Me cuesta imaginar una escena acompañada de los últimos y viscerales compases del ballet que no se convierta por ello en pura catarsis.
Está claro que Natalie se deja la piel y que está impresionante en su papel (una cosa y otra no siempre van unidas, y si no, que se lo digan a Liz Berkley), que la fotografía es increíblemente bella con esos colores definitorios y esos blancos saturados, y que el montaje sonoro es de los más impresionantes que he escuchado en mucho tiempo (jamás me importó una mierda este óscar, hasta hoy), pero, mierda, yo esperaba una obra maestra. La esperaba de verdad.
Un 8.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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