Como bien dices, Montalvo, al final los que salimos perdiendo somos los espectadores.
En parte comprendo la posición de las dos partes, pero casi defiendo más a Solans que a Buenavista. Las pelis sacan un pastón en la mayoría de los casos, y es una verguenza lo que se paga a los actores de doblaje, en comparación con la taquilla que éstas suelen conseguir.
Sin embargo en mi opinión, gran parte de la culpa de que la situación esté así, es de los propios actores. Con su afán de ser desconocidos para el gran público -hecho en cualquier caso muy respetable-, lo que provocan es precisamente eso, que al público le importe un comino que cambien las voces de los actores; y así quien sale ganando es la distribuidora, sabedora de que no ocurrirá nada por prescindir de cualquier \"habitual\".
Si todos fueran algo más conocidos, como sucede con Langa, por ejemplo, esto no pasaría. La gente saldría indignada de los cines y las distribuidoras sabrían que podrían perder su trozo del pastel. De hecho, no creo que se les ocurra cambiar a la pareja Langa / Willis en la vida.
Aunque, también es verdad que en su día ya se hizo un intento por cambiar las cosas, y todos sabemos como terminó el asunto...
