Resulta que estaba yo el otro día cenando tranquilamente viendo la televisión, pensando en mis cosas, cuando en esto que echo un vistazo a la publicidad y veo algo que hace que la comida se me atragante.
¿Era otro pesado anuncio de compresas? No. ¿Acaso otro insufrible anuncio de perfumes? NO. ¿El nuevo anuncio de Nike? ¡NO!
¿Qué era entonces ello? Pues nada más y nada menos que ver en la televisión a la buena de Xisspa, avanzando con paso firme por un pasillo lleno de niños con acné y mentes tan calenturientas como las espinillas que pueblan sus rostros, protagonizando un anuncio de yo que sé qué. (entendedlo, estaba todavía intentando que la comida recuperase su dirección correcta)
Lo mejor fue la reacción de mi hermano cuando dije: \"¡Pero coño! ¡Yo a esa tía la conozco!\". Otro día os lo contaré.
A este paso, rubia, te veo en la pasarela Cibeles.
