Pues tienes toda la razón del mundo, fdo amsterdam. No hay como asomarse a un doblaje años 50-60 (y también de los 70) para descubrir la maravillosa riqueza de voces de la época dorada. Y, cuidado, que las voces eran muy pocas (en Barcelona, como unas quince voces masculinas y menos femeninas llevaron el peso del doblaje durante veinte años). Eso sí, TODAS ERAN INCONFUNDIBLES Y PERSONALES. No había riesgo de confundir unas con otras o dudar durante toda la película de quien era el que doblaba a tal actor.
Porque una de las cosas con las que estoy más en desacuerdo de las que he leído en este foro es que NO HACE TENER UNA VOZ BONITA PARA SER ACTOR DE DOBLAJE. Yo rectificaría: ADEMÁS DE TENER LA VOZ BONITA, HAY QUE SABER INTERPRETAR.
Y antes de que me digan: ¿qué entiendo por VOZ BONITA? No me refiero sólo a una voz de terciopelo, de seductor (un MANUEL CANO de antes o un PEDRO MOLINA de ahora, para entendernos), SINO QUE LA VOZ TENGA PERSONALIDAD, QUE SU TIMBRE SEA PECULIAR RESPECTO A SUS COMPAÑEROS DE PROFESIÓN, QUE SE LO IDENTIFIQUE A LA PRIMERA, VAMOS...
Es decir, Joaquín Díaz, Miguel Ángel Valdivieso, Josep Maria Angelat o Carmen Robles no tenían (alguno, por fortuna, sigue teniéndola) voces bonitas en el primer sentido que decía, pero a nadie le caben dudas de su personalidad (no digamos ya de sus cualidades intepretativas).
Hoy día, y especialmente en lo relativo a los personajes secundarios de los doblajes barceloneses, la mayor parte de las veces tengo que esperar a la ficha al final de la película o consultar en esta web, para salir de dudas sobre determinadas voces (o, directamente, saber quién era).
P.D. Es cierto que eso de que no hace falta tener una voz bonita también lo han declarado muchas veces profesionales del doblaje. Pero, claro, si quienes lo dicen son SALVADOR VIDAL, MANOLO GARCÍA, BERNAL, etc.., ellos pues no tienen ese problema: son voces personales y además excelentes actores.
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