Hola, sigo el foro desde hace tiempo aunque es la primera vez que me decido a dar una opinión. Y es que el tema me parece interesante. Muy interesante.
Parto de la premisa de que soy actor y entre otras actividades profesionales, propias de los actores, hago doblaje.
Es complicado comparar voces de antes con las de ahora. Porque no hay comparación. Y esto no es ni bueno ni malo. Cada momento y cada época ha tenido sus historias. Por ejemplo, actores absolutamente protagonistas e indiscutibles como Al Pacino o Robert de Niro no habrían tenido nada que hacer en los años 40 donde el prototipo de galán protagonista era asignado a tipos como Clark Gable, O en los años 60 o 70 donde las estrellas eran actores como Paul Newman o Robert Reford, (rubios, guapos, ojos azules) … en esos años los personajes como De Niro o Pacino (morenos, bajos y con pinta de hispanos) eran los secundarios e incluso ni eso. Pero desde finales de los 80 en adelante son precisamente ellos los galanes protagonistas; como luego lo fueron Andy García o nuestros Banderas…
Pues bien, creo que con las voces del doblaje pasa algo parecido. En los orígenes los ACTORES de doblaje eran eso, ACTORES, normalmente de la radio y el teatro. Con un dominio importante de su instrumento fonador. A parte de que, por razones puramente técnicas, hacían falta voces donde primaran las frecuencias graves ya que lo soportes magnéticos las recortaban mucho y era impensable que Clark Gable no sonara en castellano con un timbre poco masculino. Sólo hay que escuchar con que estridencia sonaban las voces de las actrices, donde predominan las frecuencias medias altas y agudas. Pero en cualquier caso el elemento primigenio era su condición de ACTORES.
Pero, ¿Qué pasa hoy? Muy bien, llegamos al meollo del tema. Hoy en la profesión del doblaje hay muy poquitos ACTORES y muchos DOBLADORES. Hoy la calidad del trabajo no se mide por la calidad de la interpretación, por lo pegada que la voz esté en la cara del doblado, por la riqueza de matices, por la sinceridad a la hora de decir, … hoy lo que verdaderamente importa es:
1.- La velocidad al hacer el take, menos pasadas mejor doblador eres. Da igual que se nos escapen matices del original, gestos y miradas del actor a doblar, da igual, lo importante es ver el take 2 veces como mucho, si es 1 mejor; porque a partir de 3 ya te empiezan a mirar mal a la vez que echan una ojeada al reloj.
2.- La capacidad de NO modificar tu voz; siempre igual, siempre la misma voz, da igual que anunciemos un centro comercial que estemos doblando al prota de cualquier serie. Aunque el prota sea un diablo malencarado.
3.- Si no tenemos una voz bonita porque la naturaleza no nos ha dotado de ella da igual. La engolamos. La fabricamos. No importa que suene artificial, no importa que la gente no hable así, no importa; nosotros nos fabricamos la voz y la utilizamos para todo, por supuesto. Hoy, a parte de engolar, también funciona mucho un toque de nasalidad.
4.- Y si somos tan torpes que ni siquiera sabemos fabricarnos una voz pues entonces la salida es hacerse director. Te repartes los protagonistas, da igual que sean jóvenes o mayores, blancos o negros, buenos o malos, da igual. Aunque tengas voz de pato, da igual, ya se acostumbraran a oírla, como el que se acostumbra a convivir con una fea o feo, a fuerza de verlo todos los días empiezas a dejar de verlo tan horrible, incluso llegas a ver la belleza oculta. A ver quien es el guapo o la mona que te dice lo fea que es tu mujer o tu marido o que tienes voz de pato.
5.- Y si nada de todo eso funciona pues entonces tendrás que hacerte de los grupitos de amiguitos de los anteriores; ser chachipiruli, reir las gracias, quedar los findes para las barbacoas, invitar a algo para beber o lo que sea para esnifar; los chicos pueden intentar ligarse a algún director y las chicas también, (yo aconsejo no intentar ligarse a las directoras, más que nada por cuestiones de salud física y mental).
Bien, una vez que has conseguido de una manera u otra hacerte DOBLADOR, entonces la siguiente preocupación y la única es la PASTA. A ver cuantas convocatorias me hago al día y cuantos takes y que además me lo arreglen (que se jodan los otros) porque o bien no empiezo a trabajar hasta las diez de la mañana o me tengo que ir a las 12 a hacer la consabida publi para seguir ganando pasta. Y es comprensible, la ropa cara y pija cuesta una pasta aunque tengamos cara de indigente y los viajes exóticos ni te cuento. Por eso es difícil ser DOBLADOR; hay que compaginar muchas cosas a la vez.
Pero claro, todo esto es posible porque la mediocridad es la reina absoluta en el medio. Los estudios consienten. Quieren directores/as que no den problemas, da igual su calidad. Que sean capaces de hacer muchos takes por jornada, sin importar si están bien o mal, si están más o menos en boca es lo que cuenta. Y de ahí para abajo. Un director mediocre se tiene que rodear de un equipo más mediocre que él. Y resulta que en las televisiones, distribuidoras, etc. ocurre lo mismo, mucho mediocre, o como sucede en algunos casos, resultan que son del grupito de amiguitos anteriores. Ahora si te haces gay o el superguay con los gay ganas puntos. Muchos puntos. Y no te preocupes si no eres buen actor o actriz, da igual, te meteran en todos los repartos de casi todos los capítulos; de casi todos, no de todos porque cantaría mucho. Eso sí, que ellos/as se hagan todos los protas y fijos de series no canta nada; porque están por encima del bien y del mal, son como las voces dioses del olimpo.
Fijaos que en ningún momento lo importante es ser ACTOR, ser capaz de mimetizar tu voz, (afeándola si hace falta), ser dúctil y maleable, saber hablar en tono normal, natural (como hacen por ejemplo los actores de doblaje alemanes, que hoy por hoy creo que son los mejores del mundo; ya está bien de la leyenda española). Hoy todas esas cualidades no son moneda de cambio. Por eso cuando de pronto oyes a un ACTOR, de los que están relegados a pequeños papeles y ambientes haciendo a un protagonista que le va como anillo al dedo o a un secundario de carácter es un gustazo. Hoy da igual que los directores ajusten como Dios manda sus guiones; no tienen tiempo no ves que tienen que ganar pasta. Ya lo ajustaran los propios actores en sala o lo meteran como sea en boca, cualquier cosa menos perder el tiempo para irse corriendo a seguir ganando pasta.
Pido disculpas por la extensión del comentario y por no identificarme ya que tengo que seguir comiendo tres veces al día, todos los días , a ser posible. Las represalias existen; ya te digo que existen. JJRR
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