Abro otro post para referirme a Cars desde otro punto de vista. Este post cuenta un chiste del final de la película, así que, si no la habéis visto, no sigáis leyendo.
El doblaje me ha gustado, los famosos hacen lo mínimo posible y salvo el terrible chiste de Fernando Alonso, que aquí no podría funcionar nunca, hasta creo que Lobato no acaba de desentonar. Pero...
En los créditos finales, el personaje que dobla David García está en un autocine viendo otras películas de Pixar. Todos los personajes son coches, y vemos a los de Toy Story, Bichos y Monstruos repitiendo momentos de la película. El personaje de David, Mack, se mosquea porque en todas estas películas hay un coche u otro que tiene su misma voz. En español les ha doblado él mismo. En inglés, el chiste es que John Ratzenberger (el cartero de Cheers) ha sido un amuleto para John Lasseter que sale en todas sus películas, y aquí aparece viéndose a sí mismo en la gran pantalla. Evidentemente, como aquí le dobla en esta película alguien que no le ha doblado en NINGUNA DE LAS ANTERIORES de Pixar, el chiste pierde todo su sentido.
Cuidado, doy por descontado que David García no tiene absolutamente nada de culpa y que su interpretación es tan buena como el resto de los profesionales que aparecen en Cars. No es de él de quien me quejo, para nada. Pero me quedo asombrado de que no hayan convocado en un principio para este papel a Claudi García, que hizo los dos Toy Storys e incluso vino de Barcelona para Bichos, seguramente porque su director John Lasseter así lo, como mínimo, sugirió. Y tampoco se han respetado las voces de las otras películas que hacen cameos, aunque en inglés SÍ que son ellos. No he reconocido a José Luis Gil ni a Oscar Barberán, ni a los protagonistas de Monstruos.
Es una vergüenza esta falta de atención y dedicación. Mejor convocar a una docena de críticos cinematográficos que destinar un duro a que la película gane unidad con el resto de la obra del director. Hace no tantos años, cuando se dobló House of Mouse, recurrieron a los más grandes de Barcelona para que repitieran sus papeles en insignificantes cameos. Ahí estaban Brau, Zamora, Jenner, Mieza, Sais, Graciela, Gustems, y por si fuera poco gente con una agenda tan apretada como Constantino o José Sánchez Mota. Y era una serie de bajo presupuesto que se sostenía principalmente como una reedición de los cortos clásicos. Aquí, para una superproducción de 200 millones de dólares, ocurre un verdadero desastre en cuanto a interés económico y artístico.
Se puede decir que Cars es peor que las otras, que Pixar ya no es lo que era. Pero es que Disney España se está precipitando hacia la mierda.
_________________ El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen.
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