Es verdad que en pocos años se ha hablado en muchas películas sobre los atentados, pero ésta es la primera que (probablemente) los mostrará explícitamente. En otras palabras, ésta será LA película sobre el 11-S. Y yo creo que sí es importante el tiempo que ha pasado desde lo de las torres gemelas, y que es muy pronto para hacer una película así.
Primero, las imágenes que vimos son muy impactantes, nos toquen de cerca o no, y a poco que uno intente imaginarse lo que pasó en los aviones y dentro de las torres durante esos minutos, no creo que haya mucha gente que no se estremezca.
Segundo, los americanos son muy americanos, y una cosa así les afecta el doble, porque lo ven como una ofensa a su bandera y blablabla. Por lo tanto, se sienten heridos y no creo que quieran recordar esos momentos. No deja de ser una derrota para ellos.
Tercero, una película que se haga sobre esos hechos no puede ser una película normal, tiene que ser forzosamente una superproducción. Es decir, una máquina de hacer dinero. No parece divertido que se frivolice con un tema así, por muy a favor que esté la película de la bandera americana. Que alguien pueda hacer negocio con un sufrimiento tan reciente y cuando las consecuencias de los atentados, que han sido incluso más graves que éstos, seguramente no han hecho más que empezar, es algo que sólo se puede llamar oportunismo. La película creará, por supuesto, muchísima polémica, y por lo tanto, mucho más dinero. Que se lo digan a Dan Brown.
Y segundo B, los americanos son muy americanos (barras y estrellas, viva el presidente, número uno, oh, my god), y por tanto, bastante estúpidos, y sólo aceptarán una película en la que el americano bueno, desde su humildad, hace un esfuerzo sobrehumano por salvar unas cuantas vidas en lo que es una batalla perdida de antemano. Con música en constante crescendo, bomberos sudorosos cargando con heridos, media película para contar la historia de los personajes, unos minutos intermedios de pánico y la otra mitad a cámara lenta, mientras la música sigue aumentando su volumen, para que al final se pueda ver a los protagonistas llorando porque no han conseguido salvar todas las vidas que hubiesen querido... Ya me imagino la escena en la que el buen americano (nótese el parecido con la parábola) ayuda a un ciudadano árabe a salir de los escombros, dando una lección de civismo al resto de países del mundo. Si es que creo que lo estoy viendo...
Lo más triste es que, en cierto modo, están pidiendo a gritos una película así, y eso es lo que les darán. Al final todo el mundo irá a verla, ya sea por morbo, por patriotismo o por puro interés documental. Los americanos contentos, porque se habrá hecho "justicia audiovisual"; el director contento porque habrá ganado buenos dineros y su conciencia estará más que tranquila, ya que él habrá contado la historia desde el punto de vista de los pobres ciudadanos americanos, las víctimas, que se merecían esta película desde hace años; y Bin Laden contento porque verá la película comiendo palomitas partiéndose de risa. Porque, y aventuro una predicción, la película será un bodrio, una americanada más, que pasaría a la historia sin pena ni gloria de no ser porque lo que trata es algo muy grave, y precisamente muy reciente.
En resumen, no creo que sea el momento ni la forma de hacer esta película, sobretodo la forma, pero como USA es como es, al final hasta se arrepentirán de haber criticado la película antes de verla. Francamente, no me imagino una película española sobre el 11-M en la que se pretenda mostrar la colaboración humilde de los ciudadanos como hilo argumental de la historia, y eso que hubo mucho de eso en Madrid. Aquí se tendería más a contar el dolor y el drama, tal vez las causas, sin efectos especiales, sin cámaras lentas, sin música edulcorada que busca la lágrima del espectador. Ésa sería la forma correcta de recordar al mundo lo que pasó. Y para hacer eso, aún no es el momento.
Edito: ¡Impresionante! Acabo de ver el
trailer en YouTube y me he quedado alucinado por lo bien que he descrito la peli sin haber visto nada de ella.
Me encantan las películas tan poco previsibles.