Antes de empezar la SENSUAL narración de mis avatares conviene preparar
la cuidada ambientación musical para ponernos a tono.
Conforme la navidad se acerca, más próxima está la barrera crítica en la que me quedo sin trabajo. El 1 de enero mi beca termina oficialmente, casi sin capacidad de renovación por cuestiones presupuestarias, lo que significa que una vez vuelva al Puerto el 23 de diciembre no tendré motivos de peso para volver. Y creedme, la mera idea de que en dos semanas, después de seis años y pico, se acabó todo, se acabó Sevilla y la semiindependencia, se me retuerce el estómago. El hecho en sí es duro, pero hay que sumarle una espantosa situación familiar que realmente me está afectando psicológica y casi físicamente. No sé cómo de tremendista va a sonar esto, pero lo único que me impide volverme loco los fines de semana que no tengo más remedio que volver allí es el pensamiento de que por mal que lo pase, siempre acaba llegando el momento de volver aquí, a mi rutina, mis horarios, mi cocina, mis compras, mis películas y sobre todo mi Ana, mi mayor consuelo.
Por un imprevisto la beca termina con la llegada de enero, y no con la de febrero, como debía ser en un principio. Esto es un dato que me he guardado para mí, para tener un margen de maniobra más amplio. ¿Margen para qué? Margen para dar con prácticas de cualquier tipo aquí en Sevilla que me den unos pocos meses más y un poco más de dinero. Cuando llegue septiembre pienso irme a Madrid o Barcelona a hacer un máster relacionado con la ilustración, pero para ello necesito dinero; lo que me lleva a las cuestiones que ocupan mi tiempo y atención casi por completo:
1) Informarme lo máximo posible acerca de mis opciones. Hay muchísimas especializaciones en los que se refiere a másters de ilustración o diseño, y ando más perdido que el alambrillo del pan bimbo. Son demasiadas opciones, abruma y cuesta poner en orden ideas. Me estoy reuniendo con profesores de Ana (de publicidad) que me están ayudando a orientarme poco a poco.
2) Introducirme en el vasto mundo de las becas relacionadas con másters. Sé que existen ayudas que van desde pequeñas cantidades mensuales hasta la costeación de un máster completo. Esto me provoca muchísima ansiedad, porque estamos en plena época de plazos de becas pero no puedo optar a nada hasta que no ponga en orden primero mis ideas respecto al punto 1.
3) Necesito DINERO. Estoy dispuesto a pagar ocho mil euros por un máster en Barcelona: ocho mil euros con los que pagaré no sólo un máster, sino también un círculo de relaciones en el mejor entorno posible, el entorno de las editoriales en Barcelona. Por ello estoy dibujando como una puta, aceptando encargos pagados. Cuesta un poco empezar a cobrar a personas para las que antes dibujabas gratis, sobre todo porque cuesta un poco hacer entender cómo se justifican unos precios determinados que sé perfectamente lo aprovechados que pueden parecer desde fuera; pero es un paso que supongo que debí dar hace mucho más tiempo, cuando era más fácil esa transición. Poco debería quejarme.
4) Sondear el tema de las prácticas también me trae de cabeza. Me siento completamente desubicado en lo que respecta a para qué valgo. Comprendí demasiado tarde, a fuerza de ver a compañeros de clase conseguir un tipo de prácticas determinadas, que la carrera de Comunicación Audiovisual es más adecuada para interesados y/o dotados para los ámbitos más, digamos "grises" del asunto. Producción, sobre todo. Los aspectos más creativos, esa utopía artística en la que tan bien me muevo yo, es demasiado imprecisa para el mundo de las prácticas auspiciadas por la universidad. No tengo talentos especiales que me hagan destacar para este tipo de prácticas; e irónicamente otros sitios en los que sí podría demostrar mi valía quizá están reservados para estudiantes de Bellas Artes o cualquier gilichorrada. No tengo verdadera formación, y la formación es más importante que las aptitudes propias en las entrevistas en prácticas de este tipo. Así pues, me veo extrañamente situado.
Más allá de esto, hay dos puntos adicionales:
5) El regalo de reyes de Ana es un proyecto loco y gigantesco que me está costando más tiempo que dinero (que también). Un factor importante a tener en cuenta.
6) Últimamente "ir al trabajo" es una expresión justa. Me encargan carteles y panfletos, y tengo una leve esperanza de que esta revalorización de mis aptitudes lleve a alguien a esforzarse un poco para encontrar la forma de renovar mi beca. Sólo con eso, amigos, respiraría mucho más tranquilo, pudiendo dedicarme por completo a organizar ese futuro un poquito más lejano que es el curso 2013-2014.
En resumen: que vivo bastante atacado. Espero que la mitad masculina de Nortonboarder (es decir, la que ha pedido explicaciones) esté satisfecha con la exposición. Uf.