Todo el que me conoce sabe que soy el enemigo número 1 de los redoblajes. No obstante, creo que conviene diferenciar las cosas. 1º) Es cierto que en muchos casos redoblajes (excelentes, buenos, regulares, mediocres o vomitivos) han sepultado doblajes originales, que en el 99% de los casos eran muy superiores. Pero en este caso concreto, no se está sepultando el trabajo del maestro Solans, ya que ese doblaje no se ha perdido.
2º) Los actores de doblaje son profesionales que viven de doblar. Desde fuera es muy fácil criticarles por hincharse a redoblajes, cuando -como Nadiesabe acertadamente expone- tendrían que labrarse "un nombre" con los doblajes de ahora. Pero tal y como está la situación en este país, está por ver si cualquiera de nosotros, yo incluido, rechazaríamos intervenir en redoblajes, por cuestión de principios, echando piedras contra nuestro propio tejado, al eliminar una fuente de ingresos, que en la mayoría de los casos no es para comprarse un yate sino simplemente para tirar hacia adelante como buenamente se puede.
3º) Es lógico que Caraburro defienda un doblaje hecho en su tierra. Lo quiera o no, no puede ser objetivo. Y eso no es ninguna crítica. Como también es lógico que cualquiera que haya visto la película con el doblaje original o que esté acostumbrado a ciertas voces, rechace este redoblaje o cualquier otro. Si los redoblajes vascos son mejores o peores que los de otras regiones es cuestión personal de cada uno. Parece que hay bastante gente que los rechaza, como rechaza los realizados en otras comunidades. Y esto es debido a que son voces "nuevas", que nuestro oído no conoce y por tanto rechaza. Yo, a la hora de calificar un doblaje o redoblaje me da exactamente igual dónde se haya doblado. No pocos doblajes de Madrid y Barcelona hoy en día me disgustan, y eso que llevan 70 años doblando.
4º) La conclusión final es que el problema de los redoblajes no son los actores de doblaje. Suya no es la responsabilidad. Ellos no toman la decisión de redoblar nada. La decisión viene de arriba, de gente que no ve el doblaje como un arte sino simplemente como una manera de llegar a más espectadores y por tanto, generar más dinero. Ese cliente que no quiere pagar los derechos de los doblajes originales, o ese ente que pone los doblajes originales a precio exagerados. Ese cliente que manda redoblar una película por muchas razones diferentes (doblaje original "perdido", sonido no comercializable, censura, problema de derechos). En definitiva, esa gente que no entiende que una película o serie ha de proyectarse SIEMPRE tal y como fue concebida en su estreno. Esa gente es la responsable absoluta de los redoblajes y por tanto a quienes deberían dirigirse nuestras protestas. Pero por desgracia, me temo que no somos los suficientes como para que nuestra opinión les importe a los madamases, cuyas prioridades son y serán siempre económicas, no artísticas. Porque al fin y al cabo para ellos el "showbusiness" -por desgracia- no es más que eso, un "business".
_________________ montalvo
Última edición por montalvo el Vie Oct 14, 2011 12:21 am, editado 1 vez en total.
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