the spirit escribió:
Conclusión, puede haber una crisis económica de dimensiones cuasi "Biblicas" en España, 5.000.000 de trabajador@s parados con sus respectivas familias empobrecidas, un crecimiento escandaloso del numero de familias españolas en el llamado umbral de la pobreza pero hay una cosa casi segura, habrá dinero para que los "cerebritos" del cine español vuevan a regalarnos nuevos bodrios infumables en taquilla con los que darán de comer y beber a nuestros grandes talentos interpretativos en escena tales como Noriega, Jaenada, Watling, Resines y muchos otros que pasearán dichos "inventos" y sus palmitos por "festivales de cine" patrios que nadie sabe cuanta pasta cuestan, como se financian, a quienes se paga y por qué y cuanto se les paga y para qué. Pero bueno, a lo mejor es que yo además de ser un mal pensado soy un ignorante en la materia.
La televisión pública pagará sueldazos a amiguetes como Boris Izaguirre y compañía por programas que por lo que cuestan y por la audiencia que tienen mejor que ni se emitieran y menos en estos tiempos.
Por mi parte: Larga vida al doblaje.
Lo tengo muy claro.
Saludos.
Claro que sí: ¡viva el doblaje, viva la VO y viva la libre elección!
Pero claro, estos repentinos defensores del aprendizaje de idiomas vía cine ( ¿recordáis a Zapatero? "Everybody bonsais", qué bochorno, y no me consta que Rajoy sepa más ) lo que persiguen es otra cosa. A saber:
- La ex ministra Carmen "Pixit y Dixit" Calvo quería que costara más una entrada de cine si la película era extranjera.
- Antonio Resines y compañía quieren que se suprima el doblaje "porque así la gente irá a ver cine español".
- Jesús Bonilla afirma que si se ve más cine norteamericano que español es sólo porque ellos gastan más en marketing, que si no, el público lo que vería sería cine español.
- Cayetana Guillén-Cuervo declaraba que el talento de los profesionales del cine español es "arrollador" y que lo que hay que hacer es darles mucho más dinero.
Y es que debe de ser que el público ( o sea yo, vosotros y demás ) es memo, influenciable, y manipulable. Y que, además, se nos tiene que
educar, supongo que por nuestro bien. Y estos son los adalides del respeto y la tolerancia.
Pues qué bien.