Para empezar, daros las gracias a todos los que estáis dando vuestra opinión en este post. Sé que es un tema controvertido, pero considero que muy ilustrativo del cariz que están tomando los acontecimientos. Echo en falta, eso sí, la opinión de los profesionales (sólo Pepe ha aparecido por aquí), ya que su punto de vista seguro que nos podría ayudar a entender mejor el problema en su globalidad y sobre todo, a tratar entre todos de encontrar una solución. No hay que olvidar que todos nos vemos afectados: profesionales y espectadores. Nosotros dependemos de ellos para disfrutar de películas en español. Y ellos de nosotros, porque somos los que pagamos por oír sus trabajos.
El tema que apunta Hobson es muy interesante: cuando yo veo una película que no es contemporánea, soy consciente de que los efectos de sonido y de imagen van a ser peores que si veo una película de hoy. Pero no me importa. Muy desastroso tiene que ser el sonido para que me saque de la película. Supongo que habrá gente que pensará \"muy desastroso tiene que ser el doblaje para que me saque de la película\".
Por tanto, esta parte del razonamiento es discutible. Es cuestión de gustos y de cultura.
Lo que ya no es discutible es la máxima siguiente: NADIE DEBERÍA TENER DERECHO A TOCAR LO QUE YA ESTÁ HECHO...NI SIQUIERA LA PROPIA DISTRIBUIDORA.
Para mí, ahí radica la clave. Una cosa es remasterizar el sonido, otra es alterarlo o cambiarlo. ¿Por qué se hace distinción entre imagen y sonido? Tomemos una película de Hitchcock por ejemplo. ¿Acaso coge la distribuidora y vuelve a rodar algunas escenas por el simple hecho de que hoy en día, con los medios de que se disponen, se podrían \"hacer más creíbles\"? En Con la muerte en los talones, como en tantas y tantas otras películas de la época, cuando disparan a Cary Grant en la cafetería del Monte Rushmore, no se ve la sangre. O sea, se supone que está muerto y no hay un charco de sangre. ¿Quién se lo cree? Todo el mundo sabe que un disparo provoca sangre....y no poca, lo podemos ver en cualquier película de hoy en día.
Si eso pasara en una película de ahora, nos llevaríamos las manos a la cabeza, como es Hitchcock, pues sonreímos y decimos: \"era un genio, se le puede permitir cualquier cosa\".´Sabemos que era otra época y si nos interesa pues aceptamos e incluso admiramos la obra tal y como es, con lo bueno y con lo malo.
¿Por qué se mantienen pues esas secuencias si a día de hoy no son creíbles? Pues porque nadie tiene derecho a tocar lo que está hecho, esté hecho bien o mal. No nos corresponde a nosotros mejorarlo. El actor de doblaje moderno tiene a su disposición no poco trabajo de estreno.Y si no tiene suficiente, pues es una putada, pero debría existir un límite moral.
Por su parte, los jefazos de las distribuidoras, se creen Dioses y piensan que sus predecesores no tenían ni idea de hacer las cosas. Está demostrado que los nuevos dirigentes tampoco respetan el trabajo y las decisiones de sus antecesores.Y con un sólo objetivo, MONEY, hacen lo que les viene en gana. Pero si no tienen narices para cambiar imágenes dentro de una misma película, ¿por qué sí para cambiar sonido? Porque culturalmente está permitido. El doblaje está \"ahí \" como por arte de magia, nadie hace preguntas ni se queja fuera de este foro. Lo peor de todo es que ni siquiera tienen los bemoles de ser claros y de poner en la carátula: sonido redoblado.
Y por ahí veo yo la salida como consumidores: eso tiene que ser ilegal, están engañando al consumidor, aunque sea por omisión. Pienso que mucha gente dejaría de comprar DVDs o pondría el grito en el cielo si supiera de antemano que el sonido está redoblado. Pero una vez comprado, muy desastroso tiene que ser para que lo devuelvan. Incluso muchos de los forofos de esta página, se lo piensan dos veces. \"Total, me ha costado 6€\" o \"No me lo van a cambiar\", \"Pensarán que soy un friki\"...En El Corte Inglés me llegaron a decir que sólo están dispuestos a cambiar un DVD por causas de sonido si el doblaje es sudamericano. Si no, ya pueden ser cuatro amigos tocando la pandereta como en el tercer doblaje de Charada que les da igual.
Pero en el fondo, es mentira, te lo acaban cambiando en cuanto ven que vas en serio.
Por tanto, las posibles medidas que yo veo son las siguientes:
1) Espectadores, compradores, foreros:
DEVOLVER TODO PRODUCTO REDOBLADO con una carta explicando los motivos. No pasar ni una. Aunque nos la den gratis.
Además, exigir por medio de la oficina del consumidor que en los DVDs figure el año del doblaje y si es redoblaje o doblaje original ( en el caso de las películas de los 40, estoy convencido que hasta las propias distribuidoras se piensan que los redoblajes de los 70 son los originales).
Y una buena idea sería trasladar el problema a otros foros cinéfilos más masificados. En cuanto salga un nuevo DVD redoblado, correr la voz para que el cinéfilo ajeno al doblaje también sepa lo que se le está vendiendo.
2) Actores: no me corresponde a mí decirlo. Ellos sabrán...
3) Distribuidoras: por favor, si quieren hacer cutreces, están en su derecho, pero con obras nuevas, no con obras anteriores.
Y si todo esto no funciona, se acerca el momento de hacer partícipe al cuarto poder, como dice Pepe: los medios de comunicación.
¿Cómo lo véis?
_________________ montalvo
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