Carlos Revilla tenía una voz muy particular, que llamaba la atención en cualquier doblaje, no sólo como Homer. Una voz metálica y muy versátil. Eso solo ya dificulta mucho la búsqueda de un sustituto, aunque tal vez podría ser emulado con algún tipo de efecto posteriormente.
Lo que es imposible de sustituir es esa facilidad que tenía Revilla para meterse en el personaje e interpretarlo. Alguien ha dicho por aquí que la voz de Revilla y la del Homer original eran parecidas. Ni por asomo. En los primeros capítulos Carlos Revilla intentaba imitar esa voz grave y de tonto que le da Castellaneta a Homer (\"¡No le corrijas, Brut!\"), pero aún así las voces eran muy diferentes. Con el tiempo fue dejando de buscar esa imitación y se relajó mucho más, sin forzar su voz, dejando que el personaje se expresara a través de él y creando un Homer mucho más cercano y personal, aunque conservando esos \"¡Mmmosquis!\" con voz grave y tontorrona. Eso ocurrió de forma paulatina, aproximadamente durante la tercera temporada, coincidiendo más o menos con el cambio más drástico que ha sufrido el dibujo de
Los Simpson, tal vez debido a que Klasky Csupo dejó de producir las animaciones después de
Un tranvía llamado Marge. A partir de entonces y durante varias temporadas nació el mejor Homer de todos: mejores guiones, mejores dibujos y mejor interpretación.
Lisa también ganó en expresividad y Sara Vivas dejó de darle a Bart la voz aguda que copiaba del original para hablar de forma más natural. Pedro Sempson cambió ese C. Montgomery Burns totalmente despiadado por un C. Montgomery Burns igual de despiadado pero de voz débil e ingenua que se adapta a la perfección a las dos caras del personaje. Luego llegó Margarita de Francia, que, pese a tener uno de los personajes más pobres de la serie, consigue darle a Marge una voz casi idéntica a la original, igual que Isacha Mengíbar con Lisa o Padilla con Skinner. Los que curiosamente nunca han cambiado son Barney y Willie, ambos de Luis Marín, que en el original tienen voz casi de pito y aquí tienen una voz rasposa y gruñona, algo que nunca comprenderé.
Es verdad que los guiones de
Los Simpson ya no son lo que eran, y que los dibujos son ahora \"demasiado\" perfectos (ahora el entintado y el color se hacen digitalmente, perdiéndose esas pequeñas imperfecciones que les daban tanta vida), y también es verdad que la traducción y el doblaje están menos cuidados. Antes, con Carlos Revilla, no sólo te reías por el chiste, sino también por las palabras que utilizaban los personajes (detalles como utilizar \"crío\" en vez de \"niño o \"chico\") y sobretodo por su forma de expresarse.
Sobre el trabajo de Carlos Ysbert, le he dado muchas vueltas y cada día me parece mejor, no porque sea un trabajo realmente brillante sino por tener la horrible responsabilidad de mantener vivo el personaje que más mimó Carlos Revilla, a quien cada vez admiro más. Teniendo en cuenta la dificultad de esa sustitución, creo que Ysbert no lo está haciendo nada mal.
Me habría gustado mucho poder felicitar personalmente a Carlos Revilla por su irreemplazable contribución a las horas y horas que he pasado (y que pasaré) riendo con Homer Simpson, y de verdad que me duele no poder hacerlo. Y me gustaría poder felicitar a Isacha Mengíbar, a Padilla o a Sempson por sus grandes trabajos. Es gente que cada día está en mi mesa a la hora de comer y me siento culpable por no poder agradecerles tantos buenos ratos. Por lo menos puedo vovler a felicitar a Troy McClure, que ese sí que se pasa a menudo por aquí.
