Hola a todos.
Ayer fui a ver “El misterio Galíndez”. Dejando aparte lo mala que me pareció, quisiera comentar algunas cosas relacionadas con su doblaje, porque vienen a cuento del post de las últimas semanas de Nocturno sobre la “pureza” de la V.O. y porque dejan también de manifiesto lo nefasta que puede ser una mala utilización del doblaje para la verosimilitud de determinadas películas.
Como muchos sabréis, esta película española (en realidad, es una coproducción de varios países) está protagonizada por dos actores de lengua inglesa, Harvey Keitel y Saffron Burrows. La acción se desarrolla casi a partes iguales entre España, la República Dominicana y los Estados Unidos. Salen, por lo tanto, personajes que hablan en español de América, en el español nuestro (ese que aquí llamamos “castellano”) e inglés. Toda la película está en español y esa ensalada de idiomas y acentos da lugar a muchos tipos de escenas.
Pues bien, la versión doblada española es completamente ridícula. Por ejemplo, la chica protagonista es una estadounidense que sabe hablar español: ¿por qué en vez de hacerle hablar en español con acento se le hace hablar un perfecto español sin acento alguno —el de Mª Antonia Rodríguez, claro—? Lo más verosímil hubiera sido que hablara en las escenas hispanas con acento (es que además el movimiento de labios de S. Burrows demuestra que en el rodaje habló en español esa parte de su papel) y que cuando hablara en inglés con personajes que le hablan en inglés se dejaran esos diálogos en v. o. con subtítulos, para mostrar esa diversidad de escenarios, países y personajes con los que se cruza.
Pues no, la chica siempre habla en español perfecto con todo quisque, igual que Harvey Keitel haciendo de malvado agente de la CIA, o Guillermo Toledo cuando se nota que en el original está hablando con ella en inglés (y se dobla fatal, como suele pasar en estos casos).
Esa “homogeneidad” resulta completamente inverosímil para tomar en serio a los personajes. A veces resulta surrealista, como las escenas que comparten Keitel y el actor cubano Reynaldo Miravalles. Hablan en inglés, pero nosotros escuchamos a Camilo García y al propio Miravalles con su acento cubano habitual creando una sensación muy rara.
La única salida posible, en mi opinión, era respetar el original con distintos acentos e idiomas, pero, claro, supongo que Gerardo Herrero pensó que así nadie va a ver la película (claro que, de este modo, tampoco creo que vaya a ser un éxito precisamente).
¿Existirá esa versión en la que se respetan las voces y acentos? ¿O esta versión que emiten en nuestros cines debo suponer que es la versión original, la “pura”, la pensada por el director? De ser así, se demuestra una vez más, al lado de todos los ejemplos que ya citamos en ese post, que no existe esa pureza inmaculada salvo en películas donde actores, personajes y escenarios lo sean en un solo idioma. El resto de películas, pues o se decide no verlas, o hay que metérselas con algún tipo de doblaje.
P.D. Ah, y digo esto último sin ningún ánimo crucificador. Que muchas de las respuestas que se le dieron a Nocturno, como bien dijo Rastrero, no venían a cuento de bordes e inquisitoriales. Todo el mundo puede tener su opinión: esta es sólo la mía.
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