Creo que hay que controlar mucho, pero muchísimo más quién entra en España. Hay gente que realmente viene aquí a trabajar, claro está, pero por desgracia son más bien \"poca\" y abundan bastante más aquellos que ven nuestro país como un acceso fácil a mafias, a dedicarse a la delincuencia que ya ejercían en su país de origen (la mayoría de ellos ya estaban fichados, e incluso estaban en la cárcel de su lugar de procedencia) y demás vandalismo. No todos los ecuatorianos/peruanos/etc. pertenecen a los Latin Kings y cía. pero a mi, personalmente, me dan mucho respeto esta gente

. Al igual que los marroquíes, cuyas costumbres a mi parecer me dan también bastante respeto... prefiero no tener mucho trato con ellos (me da igual que me llamen racista, sé perfectamente que no lo soy, simplemente discrepo de su modo de pensar

. Discriminar a alguien por el color de su piel o raza me parece algo bastante penoso y patético, porque bajo la misma piel todos somos iguales -we are the woooorl

-). Además, a veces me fastidia que los mismos inmigrantes usan la excusa de \"me haces esto porque eres racista\"... es decir, si un inmigrante realiza un altercado, llega la poli y le detiene, pero es que he visto a más de uno decir que le detenían porque los policías eran unos racistas... ¿No quieren ser tratados como ciudadanos españoles? Pues han de acatar las leyes, ¿no? Para unas cosas son españoles pero para otras no.
De todas maneras, tampoco estoy muy demasiado de acuerdo con aquellos grupos \"super guays que te cagas\", como okupas o del rollo mega-progre que pretenden que, nada más que llegue un inmigrante, se le dé un piso, coche y trabajo. ¡Manda webs! ¿Y yo que soy española, que estoy estudiando para poder trabajar y comprarme un piso cuyo precio encima está por las nubes, no puedo? Una cosa es que se les ayude a buscar trabajo, haya pisos, residencias de acogida y tal, pero eso de que de buenas a primeras se les regale toooodo como pretenden algunos... Aunque claro, la gente que lo dice son los que ya tienen la vida resuelta, que aunque van de pobres, la pasta y los caprichos que tienen no son pocos, la verdad.