Sin ánimos de llevar la contraria, Julián, pero voy a decir lo que siempre he pensado de estas películas.
No diré que
Torrente es una muestra exquisita de buen cine, pero creo que le ha pasado lo mismo que a Chiquito cuando empezó, que a nadie le gustaba pero todo el mundo decía eso de \"fistro, pecador de la pradera\".
Yo creo que la película no es más que una gamberrada y así hay que entenderla. Se ríe del machismo, del racismo, del fascismo y de todo lo que pilla, personificándolo en un único individuo. Es políticamente incorrecta y ha aparecido en una época en la que eso está de moda, con lo que además Segura se ha sacado una buena pasta. Y me imagino que eso ha fastidiado a los que se esfuerzan por hacer cine de verdad. Santiago Segura nunca ha dicho que él sea un gran genio del séptimo arte, más bien al contrario, aprovecha cualquier oportunidad para dejarse por los suelos, por lo que muchas de las críticas que se le han hecho podrían parecer movidas por la envidia de taquilla.
A pesar del tono desagradable con el que están concebidas las películas de Torrente, me parece absurdo compararlo con los personajes habituales de la telebasura. Sencillamente porque son cosas totalmente distintas, y mientras unos van a la televisión a ganar dinero sin hacer nada más que insultarse y crear escenas supuestamente morbosas, lo que hizo Santiago Segura fue un gag largo sobre un tipo despreciable, supongo que porque le apetecía y porque no existen muchas películas dedicadas a humillar al propio protagonista, y en ningún momento debió de imaginar el éxito que tendría.
Y ahí fue donde lo estropeó todo haciendo una segunda parte con mucha acción y más personajes conocidos, derrochando lo que había ganado con la primera. Que a ver, te sigues riendo (si es que te reiste con la primera, en caso contrario la sigues odiando), pero ya fue un retorno tipo Hollywood con la única intención de recaudar fondos. Y lo consiguió. A pesar de todo, Segura siempre ha dicho que no quiere saber nada más del personaje, y es la afición la que pide más Torrente. Por eso va a acabar haciendo una tercera parte, en la que, para no defraudar a su público, gastará mucho más dinero, exagerará más lo de la segunda y será aún peor.
Creo que los críticos en general se han extralimitado con sus comentarios sobre una película que si no hubiera tenido éxito habría pasado desapercibida y a nadie le habría sentado mal. Sinceramente, prefiero
Torrente a una película sobre deportes de esas con fracaso inicial y final feliz en las que un balón (o lo que sea) a cámara lenta consigue hacer ganar a los protagonistas cuando lo daban todo por perdido. A
Torrente no le darán un Oscar TM, pero la intención de la peli era buena y no creo que sea justo culpar a Santiago Segura de que le saliera mejor de lo que esperaba.
Enga, un saludo!
PD: Me encantó
Salir del armario, es realmente divertida.
