¿Y qué habrá sido del 2004? Ese que acabamos de gastar y que nos ha acompañado durante un año entero, aproximadamente. Hace doce meses había tantos buenos deseos para él como ahora para el 2005, y creo que no se han cumplido demasiado... No quiero ser pesimista, pero es que dentro de un año, cuando hayan ocurrido varios atentados terroristas, otras tantas catástrofes naturales, accidentes de carretera múltiples y puede que algún doblaje por parte de Tamara ya nadie se acordará de estos buenos deseos, y sólo nos preocuparemos de desear un feliz 2006, y así recursivamente, año tras año.
No está de más hacer un pequeño balance antes de cerrar los ojos esperando que todo se arregle automáticamente sólo por estrenar un nuevo año. Quiero decir que el año hay que currárselo día a día, no se consigue nada sólo con deseos al principio y lamentos al final. Eso sin contar que cada día empieza un año nuevo, pero los buenos deseos se limitan únicamente a las fiestas de Navidad, y luego todo se olvida.
En fin, no he dicho nada. Desde aquí os deseo lo mejor a todos para cada uno de los 365 días. Feliz 2005 a todos... todos.
