Me gustaría apuntar una cosilla, ya que estamos metidos en harina: uno de los pilares en que se soporta esta profesión (qué asquito doy a veces escribiendo) es la práctica. Suena como una perogrullada pero muchos aspirantes, precisamente porque les suena a eso, la obvian. Sin práctica, no hay oficio. Y no hay tu tía.
Un par de vídeos, una mesa de mezclas, un micro y un atril. Una horita a la semana, solo o acompañado. Una peli que os guste (con el DVD podéis haceros las dos copias, la de la VO y la doblada, y de ésta última, y con paciencia, podéis sacar el guión.) Y muchas ganas de tirar p'alante.
Vais a chupar sala y, al cabo de un tiempo, os harán una prueba. Y no os van a llamar. Y, durante ese periodo asqueroso de tiempo en que el teléfono no suena (no llama ni vuestra madre), el ensayo os va a servir para levantar la moral y coger confianza, que no es poco.
Ah, y ved mucha peli doblada, y fijaos en cómo lo hace la gente de la profesión, y comparad entre ellos (no todos son maestros), y decidid por vosotros mismos qué cosas están bien y cuáles son mejorables. Y subid el listón cuando ensayéis.
Otra cosa (esto es casi filosofía, aunque no estoy seguro): ser un
buen actor no es cosa de aprenderlo en una escuela ni de practicarlo mucho. Eso llega con el tiempo. Y, para ilustrar esto, una anécdota: era yo ayudante de dirección de una compañía de teatro clásico aquí, en Madrid. Hace 3 años. Estábamos decidiendo, de entre 5 actrices, quién haría el papel de la hija en El alcalde de Zalamea. Una de las chicas hizo una lectura de un fragmento y, al acabar, le dije al director: \"¿Qué te ha parecido? Es muy buena, ¿verdad?\" Y el director me contestó: \"¿Cómo va a ser muy buena si sólo tiene 20 años?\"
