Parece ser, según se ha comentado por aquí en alguna ocasión, que las batallas de Solans con las distribuidoras se producen porque el hombre se niega a renunciar a los derechos de autor de sus doblajes. Esto supone que la distribuidora está obligada a abonarle la tasa correspondiente cada vez que una película doblada por el se reestrena, emite, comercializa, etc.
Esta postura de Solans me parece no sólo valiente, sino además lógica. Al fin y al cabo el autor de sus doblajes es él, y siendo consciente de ello exige una valoración adicional a la palmadita en el hombro. Desconozco totalmente la situación del resto de actores en este sentido, pero me imagino que si Solans tiene problemas por ello es porque los demás sí renuncian a sus derechos de autor.
No pretendo juzgar a nadie, sobre todo por mi desconocimiento en profundidad del tema y porque cada uno es muy libre de hacer su trabajo como quiera y como le dejen, pero creo que los actores, de la misma forma que cualquier otro trabajador que produzca bienes no materiales, debería luchar por esos derechos.
Por poner un ejemplo, un albañil cobra por cada ladrillo que ponga. Evidentemente si hace una caseta de un perro sólo tendrá que poner 50 ladrillos, tardará en hacerlo una hora y cobrará por esa hora de trabajo y por esos 50 ladrillos. Un actor que represente una obra de teatro, lógicamente cobrará por cada función de que haga, porque si tiene que hacer muchas funciones eso le ocupará mucho tiempo y le supondrá mucho trabajo. Es decir, estos dos profesionales cobran en función del tiempo que emplean en realizar su labor. Sin embargo, un actor de cine, o un actor de doblaje, cobran por realizar su trabajo una única vez, y tardan lo mismo y les supone el mismo esfuerzo independientemente de la explotación que se le de luego a una película. Pero eso también es cierto, más o menos, para el distribuidor, al que le cuesta lo mismo proyectar una película en un cine para que la vean 1 o 100 espectadores. Sin embargo, el distribuidor sí se lucra más cuantos más espectadores tenga la película. Siendo esto así, ¿por qué no ha de lucrarse más el actor de doblaje, o el actor de imagen?
Ta luego.
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