Hola a todos,
Ayer echaron esta película en Canal Sur (emisión fastuosa, por cierto: tras amagar en los títulos de crédito, tan pronto desaparecieron estos también desapareció el CinemaScope, con lo que Quintín se quedó sin Durward). Sin ser una obra maestra, sí es una película entretenida. Pero lo que sí es de obra maestra es el doblaje. De ahí que me hayan entrado ganas de compartir con vosotros algunas impresiones:
1) Ratificar lo genial que fue RAFAEL NAVARRO. ¡Qué forma de pegarse a Robert Taylor! A mí el actor norteamericano ya me gusta bastante (aunque esté en ese grupo de actores menospreciados del Hollywood clásico, como Clark Gable o Dana Andrews), pero es que cuando le doblaba Navarro estaba superior. Además, ¡qué voz tan bonita! ¡Qué timbre tan especial! El mejor Charlton Heston, el mejor Cary Grant, el mejor Taylor, el mejor Alec Guinness... La voz de un caballero de otra época, y nunca mejor dicho.
2) Aparte de otros clásicos en personajes secundarios como Manuel Cano, Joaquín Díaz o Angelat, había muchos personajes (alguno casi episódico) doblados por esos secundarios de los secundarios cuyas voces me suenan, pero que no consigo identificar, salvo alguno como Isidro Sola. Hay que recordar que en la época clásica del doblaje barcelonés una quincena de voces masculinas se repartía casi todo el trabajo. Pero siempre hay películas con muchísimos secundarios y, claro, esas nos permiten familiarizarnos con otras voces de la época (SECUNDARIOS ENTRE SECUNDARIOS, como he dicho). Lástima que no consiga darles un nombre. En la ficha que incluye la página sólo se identifica a uno de ellos, Juan Díaz Algarra. Pues fijaros que ahora mismo ya no sé relacionar ese nombre con la voz que tenía en la película...
3) Una de las características que tenía el doblaje de antaño (pero sobre el de las películas dirigidas por José María Ovies) era la calidad de la TRADUCCIÓN. Quien haya visto más de una vez \"Scaramouche\", \"El prisionero de Zenda\", \"Los tres mosqueteros\" y demás, sabe bien de lo que hablo. Esas películas utilizaban un lenguaje muy especial, muy \"caballeresco\", no en vano son historias plenas de héroes nobles, amor puro, príncipes y princesas... Resulta encantador escuchar términos ya tan obsoletos como \"bergante\", \"bellaco\" o el uso del \"vos\". Son traducciones plenamente LITERARIAS, de una época en que guionistas y traductores se preocupaban realmente por la calidad del idioma.
Como ahora, vamos...
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