Jordi Brau es probablemente uno de los referentes vivos del doblaje español. Con esto, nadie descubre América. Qué sería de Cruise en España sin él, o de Williams, o de Cage, o de Hanks, o de tantos otros. Pero en la película AMÉN, de Costa-Gavras, hay un rechazo sonoro/visible entre su voz y Mathieu Kassovitz. A mi parecer, es demasiada voz para ese personaje. Demasiada voz, demasiada textura, demasiado color... Brau se come a Kassovitz, y quizá, con ello, se distorsiona el dibujo del personaje. La película tampoco cuaja argumental o emocionalmente. ¿Sólo me ha dado a mí esta impresión?
