La película no se ha doblado a ningún idioma, a petición, naturalmente, del propio Gibson. De hecho, él tampoco quería que se subtitulase, ya que, en su opinión, la historia de la Pasión de Cristo es lo suficientemente conocida por todo el mundo como para comprenderla sin necesidad de traducir los diálogos.
Independientemente de la postura que pueda tener cada uno sobre si deben doblar o no las películas, esta merece un análisis independiente debido a las características particulares que presenta. Es evidente que cuando un director ha querido rodar una historia utilizando lenguas muertas en los diálogos, lenguas que hoy por hoy no se hablan en ningún lugar del mundo, es porque ha querido que todos los que la veamos escuchemos esos diálogos. Además se trata de una narración totalmente visual, donde los diálogos quedan en un segundo plano. De hecho, depués de verla le doy la razón a Gibson, yo habría quitado los subtítulos, aportan muy poco a la película, por no decir que no aportan nada.
Saludos.
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