Sí, estoy indignado. Nada nuevo. Pero no por la situación del país, que también. Pero no por la gentuza que nos gobierna, que sobre todo. Estoy indignado ante el testimonio de un actor de doblaje que he leído. Vaya por delante que mi desconocimiento del mundo del doblaje es directamente proporcional a la fascinación que me provoca, es decir que no sé un pimiento pero me tiene seducido por completo. Observo como mero espectador, intentando saber más bien sea leyendo algún libro, viendo reportajes, leyendo y escuchando entrevistas y buceando en este inabarcable foro.
Pues resulta que hace un tiempo vi un comentario de un forero referente a no se qué de pantallas negras donde sólo se veía la boca del actor/actriz en cuestión. No lo acabé de entender del todo o mejor, no quise entenderlo porque me pareció algo surrealista. Pero no. Ayer volví a leer otro comentario en la misma dirección y esta vez iba un poco más allá: ahora, directamente no había imagen. Y como decía al principio he descubierto el siguiente hilo:
UNA PRUEBA MUY NEGRA, de
Carlos Ysbert. Es del 2009 así que volver sobre ello quizás no sea lo más adecuado pero es que leyéndolo me he quedado de piedra, indignado, MUCHO, con ése y con otros testimonios y ha sido una patada en los mismísimos de ese, quizás, algún día, deseo en ser actor de doblaje. Y no he podido callarme (aunque no sirva de nada).
En serio se dobla ASÍ? SIN IMAGEN??? No quedábamos que la pauta para hacer un buen doblaje te la da el actor o la actriz original, y sobre todo... sus ojos? Quiero pensar que es excepción y no norma, pero leyendo comentarios de la gente empiezo a tener mis dudas. Que sí, que la piratería cuesta miles de millones a la industria cinematográfica pero que la solución pase por hacer que los profesionales del sector (QUE SON LOS QUE VAN A HACER QUE GANES UNOS BUENOS DINEROS GRACIAS A SU LABOR EN ESPAÑA, EH SEÑOR CLIENTE?) trabajen con material infumable creo que no es de recibo. Está visto que a dichos señores clientes (supongo que distribuidoras y productoras) se la trae al pairo. Y de mientras... a tragar. Queda claro, una vez más, que en este (puto) país al trabajador, al currante se le trata como una auténtica basura.
Empiezo a entender cuando escucho a
Pepe Mediavilla decir que si uno quiere meterse en la profesión ha de AMARLA por encima de todo. Normal, con este tipo de sinsentidos. O cuando más de uno, más de dos, más de un buen puñado de actores y actrices, grandísimas voces y profesionales dicen que ahora se dobla peor. Normal también, porque añádase a esta mamarrachez que supongo que el (mameluco) señor cliente quiere el encargo para ayer. De traca. Y luego encima nos quejamos del resultado. Quizás deberíamos antes preguntar o enterarnos de las condiciones en las que se ha hecho ese trabajo.
Después de saber esto admiro más si cabe la labor que desempeñan TODOS los profesionales implicados en el proceso de doblaje. A todos. Desde el técnico de sonido, hasta el ajustador, pasando por los actores. Porque entiendo que no hay distinción y que si no hay imagen para unos no la hay para nadie, ni para el director. Me parece increíble que en los tiempos que corren esa sea la solución que el (meapilas) señor cliente adopte. Es la más fácil sin duda, pero también la más lamentable. Y no entro en el hecho de que haya alguien que admita trabajar en esas condiciones porque señores, la cosa está muy jodida y cada cual sabe lo suyo. Pero desde luego que si hay alguien que se niega a trabajar así y lo denuncia, para él el mayor de mis afectos. En este caso para el señor
Ysbert.
Parece un mal guión de una película de pesadilla. Cómo era aquello? Ah sí, que quien paga manda y que el cliente siempre tiene razón. Ya... Y UNA MIERDA!
PD: estoy pensando en pintar el piso. Me corre prisa. Así que diré a los pintores que lo quiero para ya. Y como me da reparo que vean mi casa no les voy a dejar entrar; tendrán que pintar desde el exterior, a través de las ventanas. Pero que no se piensen que las voy a abrir de par en par, no, no, que empieza a hacer frío y tal vez me costipe. Y nada de trabajar en equipo: que cada cual se busque las habichuelas. Por supuesto espero que el trabajo sea impecable. Hay que joderse...