Ya que el tema independentista está de rabiosa actualidad, aprovecho:
MICHAEL COLLINS, de Neil Jordan.
Las películas históricas suelen gustarme porque, a pesar de que ninguna sea 100% objetiva (y más de una, seguro, manipula) pienso que siempre se puede aprender algo. Y así ha sido. No diré que al oír
'Michael Collins' lo primero que se me viene a la mente es un famoso pub de Barcelona, no, pero sabía muy poco de este líder irlandés. Héroe para unos, asesino para otros, este tipo de personajes habiendo sangre de por medio es lo que tienen. No seré yo quien juzgue si lo que hizo estuvo bien o mal, pero qué triste que después de conseguir lo que consiguió acabara como acabó, muerto por los 'suyos'.
El reparto es impresionante y cumple a la perfección. Es una lástima que en el doblaje se pierdan casi siempre los acentos, porque el irlandés reconozco que me chifla: (casi) no entiendo una mierda, pero me gusta cómo suena. Y me parece curioso que sólo Liam Nesson suene así en toda la película. Pero claro, que si uno fue americano (
Éamon de Valera/Alan Rickman), el otro inglés (Stephen Rea), la otra también americana (Julia Roberts)... Y luego está ese gran actor del que espero algún día acordarme de su nombre: Brendan Gleeson. Lo dicho, un reparto cojonudo. Se me hace raro pensar en Rickman con la voz de
Jesús Ferrer: no me pega para nada. De hecho, es un actorazo que creo aún no tiene una voz que le 'quede bien', porque viendo quienes le han doblado no acabo de ver esa simbiosis mágica entre rostro y voz (los mejores, de los que he escuchado,
Ernesto Aura o
Héctor Cantolla).
Resumiendo, me ha gustado bastante: un 7,5.