RosePurpuraDelCairo escribió:
En EL RETORNO DEL JEDI, la parte final de lo transcurrido en el interior de la Estrella de la Muerte, con Luke, Vader y el Emperador... Cuando Vader le dice a Luke que si él no se pasa al lado oscuro quizá su hermana sí lo haga, y Luke grita "¡noooooo!" y contraataca... Audrey mía, ese momento, esa secuencia, esa visión de Luke poseído por el odio haciendo retroceder a sablazos-láser a su padre, cuya debilidad se hace evidente; y esa música, ésa música tan visceral de fondo, con los lamentos de los coros... Como escarpias se me pone el vello cuando veo esa secuencia, siempre, siempre, desde los cinco años hasta ahora.
Lo secundo... pero con violencia

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Ahora en serio, creo que la última media hora de
El Retorno del Jedi supera con mucho a la ya mítica frase "Yo soy tu padre" de
El Imperio Contraataca. Y es que Richard Marquand logró rematar la trilogía con un combate genial y frenético en tres frentes simultáneos: El duelo Emperador Palpatine-Darth Vader-Luke Skywalker en la segunda Estrella de la Muerte, el ataque de la flota de la Alianza Rebelde a la estación de combate y las escaramuzas de Han Solo y su comando para desmantelar el blindaje de energía que protege a dicha estación.
El otro día guardé una escena del combate entre Luke y su padre en el ordenador (bendito formato DVD) para colocarlo de salvapantallas y me fijé que, si avanzas fotograma a fotograma desde el momento en que Luke se lanza enfurecido sobre Vader con la intención de matarlo, puedes observar durante todo el combate a Mark Hamill con la cara desncajada, los ojos fuera de sus órbitas y los músculos de la mandíbula a punto de estallar de pura rabia... dios, esa actuación tan sentida y ver a Luke en semejante estado hizo que se me erizase el vello.
Además, como confirma el propio Lucas en los comentarios de la película, ese momento es el único de toda la trilogía original que añade un tema musical (los coros del Lado Oscuro) a un combate con sables de luz. Al principio John Williams no los incorporó a la Banda Sonora que salió a la venta, pero, ante la demanda popular, los recuperó en la pista titulada "
Battle of Endor II" de las nuevas versiones en CD.
A estas alturas creo que ya ha quedado claro que mi entrega favorita es este
Retorno del Jedi, por la posibilidad de contemplar a un Luke Skywalker maduro, sabio y poderoso en la Fuerza (me encanta cómo se abre paso en el palacio de Jabba el Hutt) o por todas y cada una de las lapidarias frases del Emperador: "
Es inevitable. Es tu destino. Tú, al igual que tu padre, eres ahora MÍO" (enfatizo esta última palabra para hacer justicia al gran José María Alarcón, quien consiguió que me pusiese rojo de rabia cuando, recreándose en su crapulencia, le dio un maravilloso tono cruel a la frase: "
Oooh, mucho me temo que el blindaje deflector estará en perfecto funcionamiento para cuando lleguen tus amigos"). Pero ante todo me quedo con este episodio por una escena en concreto:
Cuando, tras derrotar a su padre, Luke observa la mano cercenada de éste, dirige su mirada hacia su propia mano cibernética (ahora cubierta por un guante negro) y, rompiendo los lazos del Lado Oscuro que comenzaban a atarle al Emperador, arroja su sable de luz mientras afirma sereno: "
Jamás. No me convertiré al Lado Oscuro. Habéis fallado, excelencia. Yo soy un Jedi, como mi padre antes que yo".
Sencillamente no hay palabras para describir lo que me transmite esta secuencia.