Doble post, cómo lo odio. ¡Pero no puedo resistirme! Hoy en clase hemos visto LA ROSA PíšRPURA DE EL CAIRO. Podría no haber ido, ya que la he visto muchas veces. Pero algo mágico tiene esta película que me hizo levantarme a las siete para arrastrarme hasta la facultad y verla por enésima vez. Algo mágico que me llevó a usarla para mi nick en este foro (¿alguien dijo que se prestaba fácilmente para el juego de palabras con mi apellido? ¡Que alguien lo calle!). La mejor película de Woody Allen, por supuesto.
No está tan alejada de las habituales obsesiones de Allen, sólo que esta vez no incide en la cuestión sexual. No obstante, el tema del sentido de la vida y de la realidad que nos rodea está muy presente, pasado por un filtro de falso cuento de hadas (si fuera uno de verdad, el final sería diferente) que hace a la película una de sus obras más especiales. Es una carta de amor al cine, en la que éste actúa de preciosa metáfora de la realidad y la evasión, y en la que se nota muchísimo amor por parte de Allen hacia el medio. Él dice que de entre todas las que ha hecho, ésta es la película de la que más orgulloso está. Creo que tiene razones para ello.
Mia Farrow tenía un punto a favor del que carecía Diane Keaton como musa: su presencia no definía el tono de la película, ni el género (cosa que sí pasaba un poco con Keaton). Y de las trece películas de Allen en las que participó (creo que eran 13) podíamos verla como protagonista, como secundaria, en un cameo, actuando de maestra de ceremonias... Y la cosa podía ser cómica, dramática, mágica, indefinida... Lo que fuera, por eso no cansaba como cansa Johnny Depp a las órdenes de ya sabemos quién. Aquí hace su mejor papel a las órdenes de Allen, con el punto justo de ingenuidad y el equilibrio perfecto entre debilidad y seguridad en ella misma. Y cuando al final la vemos en el cine, emociona. Ya lo creo que emociona. Jeff Daniels por aquella época no tenía la pinta de paleto sureño que tiene ahora, con lo cual está perfecto tanto como Tom Baxter, el romántico e idealizado explorador ficticio, como en el papel del fanfarrón actor que interpreta a éste. Y creo que pese a su papel secundario, Danny Aello merece una mención, porque su esposo machista, maltratador y bebedor tiene muchísimo mérito, sobre todo por no anular nunca del todo cierta aura cómica y dejar que el personaje parezca más oscuro de lo debido. Y qué demonios, aplauso para todos los actores de la-película-dentro-de-la-película, por parecer totalmente actores de la época y reproducir magníficamente las interpretaciones engoladas que los caracterizaban.
Escenas maravillosas las hay a montones. El momento en el que Baxter habla por primera vez a Cecilia desde la pantalla, la juerga que se pega ella dentro de la película, el beso (sin fundido en negro)... Pero mi favorita es aquella en la que Tom Baxter va al burdel, totalmente ingenuo, y entabla conversación con las prostitutas. Me-en-can-ta. A decir verdad, toda la película supone de un encadenado de escenas enormes, una tras otra, que en sólo ochentaypico minutos, cuenta perfectamente su historia y nos deja con ganas de amar el cine.
Una película preciosa y por la que dar gracias a Woody Allen. Perfecta.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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