Que Earthworm sacara el tema de SUPER MARIO BROS en el topic de las peores películas me llevó a comentar lo mucho que me molaba (por escalofriante) la muerte de la novia de Koopa en el brodrio ése. Aprovechando que de niño yo era un sádico que exigía la muerte del malo de algún modo grotesco o quedaba decepcionado con la película (y todavía me entra una siniestra satisfacción cuando veo alguna muerte grotesca), voy a compartir con vosotros varias de mis muertes favoritas de cuando era niño, y vosotros os tenéis que animar y comentar las vuestras (tal vez no las de cuando érais niños, no todo el mundo es como yo). Y si el post de los videojuegos era uno que se necesitaba desde hace mucho, ¡en lo que a mí respecta éste también era una ausencia imperdonable! Vamos al lío.
La novia de Koopa en SUPER MARIO BROS: Aquella tía se caía en algún tipo de generador eléctrico y
quedaba reducida a un esqueleto con los pelos de punta y yo, alucinado, me preguntaba cómo era posible que una actriz llegase hasta el punto de dejarse matar así para que se viese en la película.
El malo de MONTAÑA RUSA: Una montaña rusa desbocada es un peligro sin duda. Pero más lo es si tratas de huir de los buenos subiéndote a las vías. Plaf,
colisión, malo lanzado por los aires y convertido en cadáver sangrante.
Dobson en AGÁRRAME ESOS FANTASMAS: Patricia va a disparar a Michael J. Fox en la cabeza pero éste se escapa por un agujero del suelo. Así que Jeffrey Combs paga el pato
y le revienta la cabeza en primerísimo plano. A lo bestia. La cara de fantasma es un buen truco para no asustar demasiado a los críos con la cabeza reventada, pero a mí me habría dado igual.
Joan Cusack en LA FAMILIA ADDAMS 2: Lo que más me alucinaba de que el bebé cambiase los cables de sitio y que la descarga eléctrica dejase a Joan Cusack
convertida en un montón de cenizas con zapatos era que aquello parecía estar hecho a guasa. Aquella tía se había churruscado hasta la muerte y me lo contaban con coña. Irreverencia destroyer pura.
El juez Doom en QUIÉN ENGAÑÓ A ROGER RABBIT: Ignoremos que luego se levantaba convertido en dibu. La cosa estaba en que Doom se quedaba pegado a la apisonadora
y era aplastado lentamente. Los escalofriantes gritos de Christopher Lloyd siguen siendo un archivo íntegramente reproducible en mi cerebro. Y encima, el encuadre pemitía vislumbrar el cadáver convertido en alfombra bajo los rodillos.
El secuaz loco de Ed Harris en LA ROCA: Las bolitas verdes que derriten a la gente eran, en lo que a mí respectaba cuando tenía diez años, el mejor invento de la Historia del Cine, y me preguntaba por qué coño no aparecían en todas las películas del mundo. ¡Eran bolitas verdes que derretían a la gente! Causaban unos estragos impagables. Así pues, que Nicholas Cage le rompiera al secuaz loco de Ed Harris en la boca una de ellas abría ante mí un universo de escalofriantes posibilidades. ¿Qué serían capaces de hacer las bolitas contigo si te las comes? Lástima que la cámara sólo nos muestra el principio del agonía del tío,
vomitando un géiser de ácido.
Hopper en BICHOS: A ver, no es que el pájaro se comiese a Hopper. Es que se lo llevaba a sus crías
para que lo despedazaran. Increíble ver a Hopper (Pep Antón

) gritando y suplicando penosamente antes de caer en la boca de uno de ellos.
La tipeja rapada de EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE: Un caso parecido al de LA ROCA. Si los dardos te hacían ver visiones cuando te los clavaban en el brazo o en el cuello, ¿qué demonios pasaría
si te los clavan en el fondo de la garganta? Eso es lo que le pasa a la tipeja rapada del templo: va a usar su cerbatana contra Sherlock Holmes, pero éste es más rápido y sopla por el otro extremo... Lástima que no podamos observar tanquilamente los efectos, pues la tía empieza a gritar y a correr como una loca hasta caer en una pira de fuego.
El emperador en EL RETORNO DEL JEDI: Tengo que reconocerlo. Aunque me gustaba muchísimo EL RETORNO DEL JEDI cuando tenía cinco años, la parte de Luke en la Estrella de la Muerte me aburría. Sólo cuando Palpatine se cansaba de hablar y comenzaba a torturarle con sus rayos me preparaba, porque lo bueno estaba a punto de llegar. Primer plano de Vader. Entonces se gira y sale del plano. Ya está. El emperador
es levantado y arrojado al generador de energía de la estación. Un infrahumano alarido del emperador, reducido a una patética masa pataleante, y una explosión. Luego el Universo Expandido se encargó de fastidiármela al explicar que en realidad no había muerto. Bah.
Gennaro en PARQUE JURÁSICO: Antes de nada quiero decir que pude descubrir al inconfundible Gennaro como recepcionista de un cochambroso motel en MEJOR SOLO QUE MAL ACOMPAÑADO. Luego quiero decir que no es ni mucho menos la única muerte guay de la saga, pues en EL MUNDO PERDIDO Eddie era mordido por dos Tyrannosaurus Rex y partido en dos de cuajo, y el gafotas que en Nueva York aporreaba la puerta de una tienda para huir del Rex era igualmente devorado de un modo patético. Pero es que Gennaro es mucho Gennaro, y además su muerte es la única que se muestra sin tapujos en toda la primera película.
Devorado en un váter desmantelado. Maravilloso.
Donovan en INDIANA JONES Y LA íšLTIMA CRUZADA: Los nazis derretidos del Arca tal vez den más miedo, y que Mola Ram se golpease diez veces contra la pared del acantilado antes de ser
devorado por cocodrilos era algo inconcebiblemente truculento y guay para mi impresionable mente de cinco años, pero claro, LA íšLTIMA CRUZADA fue la primera que vi, y fue la que más me impresionó.
Donovan envejece en diez segundos hasta pudrirse, y aunque tenía que taparme medianamente los ojos con las manos, me encantaba ponerlo una y otra vez. Una de tantas muertes memorables en la saga de Indy, como el porrazo que se pega Vogel con el tanque en el fondo del precipicio (ponedlo en pausa: hasta en el VHS se ve a Vogel aplastado por el tanque cuando éste llega al fondo y empieza a rodar), el pobre diablo sacrificado a Kali o el nazi musculoso cortado a lonchas por la hélice de la avioneta.
Jafar en EL RETORNO DE JAFAR: Tal vez sea ésta, junto a la de Donovan, mi muerte favorita de la infancia, la más escalofriante. Justo cuando todo parece perdido, el agonizante Iago da una patada a la lámpara de Jafar, ésta cae en la lava y empieza a derretirse. Jafar, el Jafar-genio rojo gigantesco, grita, se desgañita de dolor mientras
sufre una espantosa muerte eléctrica, todo ello acompañado de una estupenda pieza musical fusilada de la banda sonora de la primera ALADDIN. Un paréntesis de genialidad en una barata secuela directa a vídeo.
Ahora unos cuantas que me gustaría haber visto de crío pero, mala suerte, no lo hice.
El chino de GOLPE EN LA PEQUEÑA CHINA: Si la hubiese visto con cinco años habría alucinado con
el chino que se hincha y explota.
Anne Ramsey en AMIGA MORTAL: Gracias a Delage, pude disfrutar de, así, de golpe, una de las mejores muertes jamás filmadas en una película: la tía-robot lanza una pelota de baloncesto a la cabeza de Ann Ramsey, cuyos gritos demuestran que, al contrario de los espectadores, tenía claro que
la pelota iba a reventarle la cabeza al más puro estilo SCANNERS.
El mano derecha de Clarence en ROBOCOP: Absolutamente alucinante es su degradación física tras recibir un baño de resíduos tóxicos. Se derrite de un modo repulsivo y cuando el coche de Clarence le atropella,
se desintegra en un charco.
Ronny Cox en DESAFÍO TOTAL: El pobre malo de ROBOCOP sufre un destino más agónico en DESAFÍO TOTAL cuando cae a la superficie de Marte y se hincha hasta que
se le salen los ojos, las encías y la lengua. Y explota.
Síndrome en LOS INCREÍBLES: ¡Nada de capas! Pero Síndrome no hizo caso y acabó
absorbido por la turbina de un reactor y presumiblemente despedazado. Grandioso.
Y un par de decepciones:
La Trunchbull en MATILDA: Destino cutre donde los haya, quedé muy decepcionado cuando fui a ver MATILDA en el cine y comprobé que el único castigo para las maldades de la Trunchbull fueron
unos cuantos huevazos y "jamás se la volvió a ver". Recuerdo como si fuera ayer aquello: "yo quería que muriese", dije al salir del cine.
El capitán Garfio en HOOK: Aquello no quedaba claro. ¿El cocodrilo no estaba disecado?
¿Se lo ha comido o no? No parece haber cerrado la boca. ¡Es imposible que se lo haya tragado! Hmmm, no sé, no sé, aquello no me convenció de pequeño.
Dios, yo creo que se me han olvidado unas cuantas. Pero es que a mí me encantan las muertes de los malos, joder.