Montalvo: yo también vi LA NAVE DE LOS CONDENADOS en Tele 5 y tenía un doblaje excelente... del que no recuerdo a nadie salvo a Soriano
Josef: ya entiendo que no defiendes la asociación actor discreto=doblador discreto. Pero por desgracia de tu razonamiento (interesante, aunque no lo comparta) a ese otro hay un paso muy pequeño.
Por encima de todo, reafirmo que es en aquella época era casi imposible encontrar un mal actor de doblaje al que le dieran papeles protagonistas: la mayoría eran excepcionales, con lo cual era inevitable que "mejoraran" a aquellos actores originales que no nos agradan. Claro, esto produce una "alteración" en el resultado original. Pero es que una VERSIÓN DOBLADA es una PELÍCULA DIFERENTE, con puntos en común con la original, claro, pero muy distinta a la hora de encarar los personajes que la protagonizan, y creo que esto no tiene discusión posible.
Quien quiera la absoluta fidelidad, claro, debe ir a la V.O. (aunque sólo la disfrutará tal como fue concebida si domina el idioma original lo suficiente como para captar todos los matices de una interpretación verbal). Como no creo que nadie domine todos los idiomas principales en que se han hecho y hacen las mejores películas (inglés, francés, italiano, japonés, ruso, alemán... incluso español), hay que aceptar que muchas películas nunca podremos apreciarlas tal cual fueron concebidas (incluso cuando la vemos en VOS: ¿o es que alguien que no conozca el japonés es capaz de saber si el actor está actuando bien con la voz?)
Y eso, claro, no es una tragedia. A mí me encanta, por ejemplo, leer, y leo TODO en español: y no me amargo pensando que una traducción no puede ser nunca igual que el original. Entiendo que es una ADAPTACIÓN del mismo, y aquello que juzgo, me hace disfrutar o me hace sufrir es esa adaptación. Eso sí, lo que quiero es que la herramienta a través de la cual accedo a ese libro no escrito inicialmente en mi idioma, esté realizada con la mayor calidad posible: la TRADUCCIÓN. En cine, el equivalente es el DOBLAJE, que incluiría tanto la traducción como la re-interpretación de los actores originales.
Muchas veces en el foro he leído polémicas en torno a si las voces de los dobladores de un determinado actor deben ser lo más parecidas posibles al original, y siempre me pareció una discusión bizantina, que puede servir como anécdota para charlar entre amigos en la época actual del DVD, pero que, francamente, importa poco cuando escuchamos una versión doblada. Todavía, comprendo que a aquellos que entienden idiomas sí les parezca una cuestión importante, pero sólo hasta cierto punto.
Una película doblada, lo queramos o no, es OTRA PELÍCULA. ¿No estamos todos de acuerdo lo absurdo que nos resultan los comentarios de aquellos que, sin haberse preocupado del doblaje en toda su vida, salen de ver una película diciendo "¡Qué bien estaba ROBERT DE NIRO!", como si hubiesen podido apreciarlo en la misma medida que se puede apreciar a FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ?
Por eso, juzgar una interpretación doblada es juzgar:
1) La gestualidad del actor original, sus movimientos, su forma de moverse, de hacer creíble FÍSICAMENTE un personaje.
2) La capacidad del actor de doblaje para pegarse a ese rostro y esa gestualidad (una interpretación eléctrica necesitará una voz con energía, etc.), para mimetizar sus reacciones, su forma de mover los labios, para decir las frases con los matices que exige cada una de ellas; es decir, de hacer creíble VERBALMENTE un personaje.
Por eso puede darse la paradoja de que un actor original con buena gestualidad (al que no le acompaña la voz) sea transformado (si queremos decirlo de otro modo, mejorado) por una buena voz de doblaje. Me ocurre con BRUCE WILLIS, como a tantos otros: nunca he podido aguantar una peli suya en V.O., aunque reconozco que mi nivel de inglés no es suficiente para captar toda su capacidad verbal. Por el contrario, el acceso a la V.O. me ha permitido comprobar que hay actores, como MICHAEL DOUGLAS, cuya gestualidad me resulta insoportable, que en cambio tiene una voz muy inquietante, al que perjudica la "limpieza" del timbre de SALVADOR VIDAL.
Y, como siempre, lo peor es cuando una magnífica interpretación física y gestual la destroza una voz impersonal, anodina, MALA... RUSSELL CROWE hundido por BOIXADERAS o ARMANDO CARRERAS, TIM ROBBINS por PACO GÁZQUEZ y tantos otros.