Aprovecho para decir que me encantó el doblaje. García Llop me gusta como Chalamet, pero Marc Gómez me pegaba más para Wonka.
Con respecto a la adaptación musical: situándonos en una etapa en la que las letras dependen
mucho del encargado, agradezco que adaptadores como Gómez apuesten por la creatividad "de toda la vida" (a la cual se oponen algunos clientes; dicho sea de paso). Buenos calambures, y buenos juegos de palabras a la hora de referirse a los tipos de chocolate.

Obviando las preferencias estilísticas de esos clientes ―y sin ánimo de generalizar―, los adaptadores relativamente nuevos suelen depender, a su vez, del producto (es decir, de sus ganas y del tiempo disponible). Aun con el inevitable "frenetismo" actual, creo que las rimas ausentes o los cambios de acentuación son inexcusables.