Sparks escribió:
jorgemv escribió:
¿Y qué propones, entonces? Tenemos a un personaje que utiliza pronombres neutros, así que es incorrecto tratarle de "él" o de "ella". En este caso la lingüística no nos sirve.
Yo no soy quién para proponer nada, simplemente quería apuntar que es un error bastante común y extendido eso de decir que la RAE acepta vulgarismos, cuando realmente solo los recoge y así los marca en las distintas entradas. Cómo filólogo (y profesor de Lengua y Literatura), sí te puedo decir que cuando se propone un pronombre neutro, en este caso habláis de "elle", normalmente se olvida que uno de los pocos restos que nos queda del género neutro latino y griego es, precisamente, "ello", así como los demostrativos "esto", "eso", "aquello". ¿Por qué se opta por inventar "elle", que no tiene ningún tipo de tradición en la gramática española, frente a un pronombre neutro que ya existe?
Igualmente insisto en que la lengua es algo vivo y no prescriptivo, por lo que si su uso evoluciona con los hablantes, la gramática y la RAE, así deberán recogerlo, pero son cambios muy lentos, largos en el tiempo, y dependen de que su uso esté extendido o no. Interpreto que en tu círculo cercano utilizas este "elle", pero no es un uso generalizado que utilice la mayoría de gente fuera de círculos muy concretos; no se utiliza en la prensa, no aparece en los medios de comunicación, no se utiliza en los libros, ni en los contenidos audiovisuales, salvo casos muy restringidos como el de esta serie y que, precisamente por eso, generan este debate.
No me tomes como alguien que está en contra de utilizarlo (aunque personalmente no lo use, ni conozca a nadie que lo utilice; ni siquiera mis alumnos, que este curso se mueven entre los 12 y 18 años, y a los que solo los he oído alguna vez mencionar un "elle" en tono sarcástico). Si con la evolución lingüística su uso se generalizase en una amplia mayoría, la gramática deberá recogerlo; igual que en su momento debió parecer una revolución el enmudecimiento (realmente, desfonologización) de la f- inicial latina que, fíjate, aparece todavía en la primera edición de La Celestina (1499) y en la segunda edición de 1502, como ya hacía décadas que en el uso generalizado se había perdido, aparecen todas estas f- iniciales latinas como h-.
Un saludo.