Así veo yo la situación.
1) En EEUU existe, obviamente, un gran desequilibrio entre intérpretes blancos y no blancos. Dado que la población de EEUU es racialmente muy diversa y no necesariamente en estado de marginalización, esto es algo a arreglar.
2) Gradualmente o de golpe en un fin de semana, no lo sé, esta primera idea muta hacia otra noción más bien imperfecta pero con algo de lógica: un actor blanco doblando a un personaje no blanco = otro actor no blanco que ha perdido un trabajo.
3) Esta noción vuelve a mutar, esta vez hacia una versión más burda y simplista para hacerla encajar con una solución fácil: Actores De [Raza X] Deberían Doblar A Personajes [Raza X]. Ya sabes, la cantinela que Kristen Bell tiene que recitar contractualmente como una marioneta en redes sociales y talk shows. Es burda y simplista porque distorsiona la cuestión inicial (desigualdad de oportunidades) y porque atenta de forma obtusa contra el mismo concepto de 'interpretación'.
4) Se crea un callejón moral sin salida en el que un actor blanco interpretando a un personaje no blanco está pecando de apropiación cultural, mientras que un actor no blanco interpretando a un blanco está siendo obligado a renunciar a su identidad. Esto invalida automáticamente la única solución que es al mismo tiempo sensible a la cuestión de la igualdad de oportunidades y la noción de 'interpretar', es decir: tratar de cultivar más casos como el de Phil LaMarr o Cree Summer (actores de voz negros on una carrera impresionante y totalmente disociada de la raza de los personajes).
5, y esta es mi parte favorita) EEUU fabrica su distorsionada versión del problema y sus soluciones en función de sus circunstancias demográficas (es decir, fabrica un manual de conducta concreto porque tiene suficiente población no blanca en total y en Hollywood como para hacerlo funcionar) y entonces mira fuera de sus fronteras y aplica su Gran Momento de Iluminación y Sensibilidad de la única forma que sabe: pasando como una apisonadora sobre el resto del mundo, haciendo su problema el problema de ellos e ignorando alegremente que el resto de países no son una fotocopia de EEUU en cutre y pequeño. Por ejemplo, dime tú cómo coño se las arreglarían en la aria Suecia para aplicar el draconiano dogma impuesto por EEUU si allí el doblaje fuera una práctica habitual, que creo que no. ¿Cogiendo a un tío negro aleatorio, el que consigan encontrar, rezando a Odín para que tenga nociones interpretativas e interés por ser actor de doblaje?
En España tenemos más población no blanca que en Suecia, pero porcentaje que sí está socialmente integrado es desgraciadamente pequeño. De ese porcentaje pequeño sólo un porcentaje aún más pequeño es o estará interesado en ser actor, y de ese porcentaje taaan pequeño sólo un porcentaje aúuuuun más pequeño dará la talla, como pasa con cualquiera. Si con suerte acabas esa criba con UN actor, digamos, árabe válido, el pobre se verá obligado a doblar a todo personaje árabe que pase por las pantallas, independientemente de que sea el actor apropiado en ese momento. El producto sufre y el actor se convierte en una 'token voice' como ocurre con Kevin Michael Richardson en Los Simpson de un tiempo para acá. Me suena degradante y condescendiente para la persona, tanto artísticamente como a nivel humano, como si se diera por hecho que Isabel Valls (je, je, je) vale tanto para Rachel McAdams como para Helen Mirren porque al final, el único aspecto relevante de su currículum es que es una tía blanca que está disponible. ¿Qué pensaría Masumi Mutsuda al verse de pronto en una situación así, negándosele la versatilidad que lleva tantos años mostrando? Es más (y perdón a Mutsuda, porque no sé nada de su vida y todo esto son supuestos), ¿qué es exactamente ese algo mágico, intangiblemente oriental que EEUU, siguiendo su lógica, está convencido de que puede aportar él a un personaje asiático, si probablemente lleva aquí toda la vida y su interpretación no va a diferir ni un puto ápice de la de, qué sé yo, Iván Labanda?
Por supuesto que estaría genial que hubiese más actores no blancos en los atriles. Estaría de puta madre, porque sería un pequeño y muy específico síntoma de que algo va bien en un plano superior de la cuestión demográfica española. Pero no se puede empezar por el tejado. España, como cualquier otro país, tiene la demografía que tiene, y esto es lo que hay. No es una conclusión conformista. Es que, desde el punto de vista del doblaje, es literalmente lo que hay. Cada mil años surgirá un caso como el de Mutsuda, y yo me conformo con que ese aspirante no tenga NI UNA oportunidad menos que un compi blanco de la escuela de doblaje y pueda acabar doblando cualquier cosa con la que esté a la altura.
Coño ya.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
|