Otra dolorosa pérdida en lo que va de este mes aciago. Claudio Rodríguez, igual que Corsellas, era una voz que trascendió varias generaciones de cinéfilos y espectadores, absolutamente reconocible, apreciada y querida, de un talento para la interpretación y el dotar de alma a sus actores y sus personajes absolutamente fuera de toda discusión. Era tan versátil que siempre estaba magnífico, tanto en personajes oscuros y siniestros (cómo olvidar al Henry Fonda de 'Hasta que llegó su hora', al Drácula envejecido de Coppola o al Michael Gambon de 'El dilema') como en los entrañables (prácticamente todos sus irrepetibles trabajos con Max von Sydow, quizá su mejor asociación, sobre todo en 'Pelle el conquistador'). Para toda una generación siempre será el Dumbledore de Harris/Gambon, imposible disociar este personaje de la voz de Rodríguez, para otra será el Willy Fogg de la mítica serie animada ochentera, y para otros será (con permiso de Rafael Navarro) la mejor voz que ha tenido nunca Charlton Heston.
Como tantos otros que ya no están, y que daban una personalidad y una dimensión única a sus actores gracias a sus interpretaciones en el atril, algo ya casi en extinción, Claudio Rodríguez conseguía sacar oro de cualquier guión y casi de cualquier actor al que tuviera que prestarle su voz. Un timbre de voz que le valió para toda clase de personajes, al que añadía talento para adaptarse a cada tipo de diálogo y personaje al que se enfrentara.
Una pérdida que duele mucho, porque se nos va, como pasó en su día con Constantino, con Rogelio, con Pepe, con Joaquín Díaz y con tantos otros, un pedazo de nuestra memoria cinéfila y generacional.
DEP y gracias por tantos años, maestro.
_________________ Para ciertos hombres nada está escrito, si ellos no lo escriben... (Omar Sharif ------- Francisco Arenzana)
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