Tengo entendido que se han vertido algunas críticas negativas sobre el doblaje de Luis Carrillo a Michael Caine. Si bien respeto todas las opiniones, creo que no conviene perder la perspectiva. Luis Carrillo se ha tenido que enfrentar a la falta de costumbre del espectador español que no oía esa asociación desde hacía 34 años. Si a ello le sumamos lo desmemoriado que suele ser el ciudadano español por naturaleza, para el cual todo lo pasado está obsoleto y merece ser denostado, no me sorprende. En los años 70 y principios de los 80, cuando Carrillo era la voz por excelencia del actor inglés en Madrid, con trabajos tan memorables como "El hombre que pudo reinar", "California suite" o "Educando a Rita", el parecido de su voz con la de Caine era tremendo, en timbre y desde luego, en estilo. Se habría merecido ser su voz fija en Madrid desde entonces y hasta ahora, y a él se debería haber recurrido cuando Rogelio nos dejó. Pero por una serie de motivos, que poco o nada tenían que ver con las aptitudes interpretativas de Don Luis, se le ninguneó y apartó durante muchos años. Y se nos presentó a un Michael Caine hablando en español con voces de prestigio, pero con menor calidad actoral, como Juan Miguel Cuesta y Dionisio Macías, los cuales, no hicieron ni mucho menos un mal trabajo, pero estaban por debajo de los matices de Caine. Ni siquiera Arsenio Corsellas se puede considerar como "la voz de Michael Caine". Su calidad está por encima de toda duda y sus trabajos han sido muy válidos con el actor inglés, pero uno ha oído a Corsellas con tantos actores que ya no sabe a quién está viendo. Cuando me enfrenté al visionado de este doblaje, yo mismo, fan incondicional de Carrillo me tuve que enfrentar a esa falta de costumbre. Y mi mayor obstáculo a superar fue el conocer tan bien la voz original de Caine, cuyo timbre sigue siendo muy parecido al de sus años mozos. Carrillo, en cambio, tiene ahora una voz más ronca de la que tenía entonces. Y esto, unido a las voces con las que se ha venido escuchando a Caine últimamente, podría causar un comprensible rechazo inicial. Pero dicho rechazo debería pasar a mejor vida en cuanto van pasando los minutos y se comprueba que Carrillo, haciendo alarde de una fuerza intrepretativa inusual, es capaz de meterse en el personaje, y transmitir los distintos estados de ánimo que atraviesa el astro británico. La intención que le da a cada una de sus palabras, los distintos matices que sabe captar y transmitir, su genio amenazante, todo eso dudo muy mucho que ninguna de las alternativas hubiera sabido darle más realce.
¿Qué habría pasado si Ricardo Solans hubiera dejado de doblar a Robert de Niro en 1984 y le hubiera vuelto a dobla ahora? Pues que sonaría no raro, lo siguiente, pues seamos sinceros, todo el parecido que tenían sus voces en su juventud es ahora pura concidencia. Es la costumbre auditiva la que nos permite no desconectar de sus doblajes, a pesar de que el timbre de voz actual de Solans va por otro lado del de De Niro en V.O. Otro caso similar al de Carrillo sería el de Dotú con Al Pacino. Fue su voz ideal en los 70, pero ahora después de tanto tiempo escuchando a Solans, se nos hace raro volverle a oír en algunos de sus últimos doblajes. Y no es por falta de calidad de Dotú, quien además realiza un gran esfuerzo de imitación. Se trata nuevamente de costumbre auditiva.
El resto del doblaje creo que está muy cuidado, ya que Agramunt está sensacional como Broadbent, Juan Fernández, como bien apunta Serpiente Plissken, sale airoso de un dificilísimo cometido (partiendo de tener que envejecer su voz), García Moral sigue en plena forma, Jenner está espléndido y Camilo, extraordinario en su breve papel (y diría que muy diferente de otros doblajes recientes). En cuanto a Charlie Coxx, no puedo opinar de la asociación con Manuel Gimeno, ya que nunca la he oído, aunque sí puedo decir que Gimeno es una voz que me gusta. No obstante, David Robles está perfecto en este papel de "mosquita muerta". Y cómo no, es una gozada oír a una María Dolores Díaz por la que no parece que pasen los años, y que en algunos momentos tiene un aire a Marta Martorell.
En fin, la película no pasará a la historia por su inolvidable calidad, pero se puede pasar un rato agradable y más con un elenco de voces "vintage", propio de una temática como la que afronta el film.
Saludos.
_________________ montalvo
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