PonyoBellanote escribió:
Me acabo de dar cuenta, que en el comienzo del auge de anime en España en vídeo a mediados de los 90, casi todos los doblajes de anime eran barceloneses, la mitad en QT Lever, y casi todos con las mismas voces, y en casi todos además, Nuria Trifol siempre dobla a la protagonista, también Alberto si es hombre.
Claro que viendo ese panorama comprendo que alguno siendo objetivo, pues diga que está hasta las narices de Trifol.. pero para mí siempre es un placer oirla. Pero con esto quiero decir que es incréible pensar que en los 90 teniamos siempre el mismo equipo de voces barcelonesas que casi nunca cambiaban, pero no nos quejábamos, claro que era lo que había, y el panorama ha cambiado.. pero todos, aunque se repetían, tenían un talento increíble. No sé, yo aguantaría eso hoy mejor que las valencianadas de Selecta.. pero también será que por eso asociamos anime con Barcelona y que será por nostalgia que algunos aceptamos esa repetición.
Ego te absolvo. Pero es muy cierto eso de que la diferencia de talento entre la peña de Alberto Trifol y la de los valencianos basta para justificar la preferencia.
Además, y esto puede que te sorprenda viniendo de mí, no creo realmente que fuera en la época de la nuriaxplotation cuando se dieron las peores repeticiones de la historia del anime. Creo que eso llegó después, ya en la década de 2000, cuando los animes barceloneses empezaron a ser básicamente el show de Carlos Lladó, las dos Cármenes, Rosa Guillén, Ariadna Jiménez, Dani Albiac y la cuadrilla de Joaquín Gómez, con el agravante de que, pese a sus habilidades interpretativas, hay muy pocos en esa lista que tengan voces anodinas o de 1000 registros.
Porque una cosa es oír siempre a la misma protagonista, que para qué negarlo, es un pelmazo, y otra es escuchar siempre al mismo reparto, que es parte de lo que nos hace tirarnos de los pelos ahora (la otra parte son las dudosas direcciones de los doblajes y las aún más dudosas destrezas profesionales de los actores, corregidme si me equivoco). Yo opino que ese problema ya venía de antes, y que lo único que lo disimulaba era que, en fin, por entonces era el único problema.