POR UN PUÑADO DE DÓLARES, de Sergio Leone. Los
Baxter, los
Rojo y el hombre sin nombre (a pesar de que en la peli le llaman
Joe) en medio de todo, liando el tema.
Me gusta cómo Leone retrata el mundo del
far west. Que no todo ha de ser (el grandísimo) John Ford en temas
'westernianos'. Porque seguramente el salvaje oeste era sucio, polvoriento, con gotas de sudor recorriéndote la frente y con pistoleros macarras, tramposos y pendencieros (ni rastro de figuras tipo John Wayne). Y sobre todo duros, muy duros. Por eso me gusta
POR UN PUÑADO DE DÓLARES. A pesar de que a ratos se me hizo un poco larga y que sea la que menos me gusta de la
Trilogía del dólar. Suerte del bueno de Clint para pegar 3 tiros, encargar 4 ataúdes y animar el tema. Y ojito con reírse de su mula que no le hace ni pizca de gracia. No sé si cuando nació ya tenía ese purito y esa pinta de no saber lo que es una sonrisa, pero los papeles de tipo duro y sin emociones le sientan como un guante. Un 7.
EL PLANETA DE LOS SIMIOS, de Franklin J. Schaffner.
Grandísima película por la que no pasan los años. He leído que es distinta al libro en el que se basa (sobre todo el final); si la idea y el guión me parecen de quitarse el sombrero y aplaudir con las orejas no sé cómo será la novela de Boulle. Es tan buena que hasta Charlton Heston está decente (su interpretación, por momentos, sería el único pero). Y es que el purito le queda mejor a Clint, pero empuñar el rifle no se le da mal al que sería futuro presidente de la
NRA. A pesar del tono serio de la película hay un momento divertido, cuando están los 3 astronautas desnudos en plan "Qué os parece lo que tenemos ahí abajo, chicos?".
Zira,
Cornelius,
Lucius son entrañables (sobre todo los primeros cuando se dan esos piquitos);
Zaius detestable. Qué lástima que por le época en la que se rodó aún no hubiera categoría de mejor maquillaje porque el resultado es asombroso. Y el final... qué gran final! A mi que me den originales, nada de
remakes. Un 8 bien mono.
Por cierto, el timbre de
Claudio Rodríguez se parece muy mucho al de Heston.
Mención aparte las dos bandas sonoras: Morricone y Goldsmith, dos auténticos GENIOS. El primero dotando a éstas de una nueva dimensión introduciendo silbidos, guitarras eléctricas y haciendo que la trompeta suene como nunca. Y qué decir del segundo: ves las películas en las que ha participado y se te caen al suelo. Y en la película que nos ocupa es genial esa banda sonora tan experimental.
Se habla de John Williams como un dios (y lo es, claro que 5 Oscar ayudan lo suyo) pero estos dos están a la altura. Qué injusticia que Ennio Morricone no lo ganara nunca y que Jerry Goldsmith sólo tenga uno. Muy mal señores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas!
En resumen, una phenomenal sesión doble.