Bueno, pues creo que después del resultado del 25N no hará falta molestar ni al ejército ni a la guardia civil; ni tan siquiera invitarles a que se den un paseo (sin
animus belli) por Catalunya. A corto-medio plazo independencia no va a haber ni de coña. Y a lo mejor a largo tampoco. Los que vivimos aquí sabemos lo que hay y sabemos el tipo de sociedad que tenemos: plural. Que hay mucho nacionalista? Cierto. Independentistas tal vez? Sí. Pero mucho extremeño, manchego, andaluz, gallego, etc. que, aunque habrá alguno, creo que la mayoría no está por la labor. Porque aquí la norma (y no la excepción) es que se habla castellano y catalán sin problemas. Éstos vienen cuando entran en acción la gentuza y la chusma, o sea los políticos. De izquierdas, de derechas, de centro. Si Pakito no hubiera reinado durante 40 años la situación sería MUY distinta y seguramente la purria gobernante no andaría haciendo leyes absurdas que sólo crean división.
Y es que lo de la Diada fue una manifestación muy significativa. Y estuvo muy bien. De hecho SIEMPRE es saludable saber lo que piensa el pueblo. Pero que nadie se lleve a engaño: si salieron 1 millón de personas aquí viven casi 7. Y que nadie dude de que si se manifestaron tan masivamente (los que salieron, porque servidor estaba en la playa) fue... por la crisis. Que eso movió luego el sentimiento separatista es indudable; pero el origen es la crisis tan jodida que tenemos encima. Si hasta Arturito lo dijo: "Si nos hubieran dado el pacto fiscal no habría convocado elecciones". Aix president, dónde quedó el corazón, el sentimiento nacionalista? Políticuchos... Pero como tontos son lo justo se envuelven en la bandera y hacen creer al resto (que quiere creer, de un lado y del otro, el independentista irredento y el nacionalista español trasnochado) chorradas del tipo España nos roba o expolio fiscal. Claro. Que Catalunya recibe menos de lo que debería recibir del Estado es cierto y creo que reformar el sistema de financiación estaría bien. Pero no se les ocurrirá decir que han gestionado con el culo, no. O hablar del €uro por receta. Tampoco. O de los recortes. Menos aún. Quita, quita, que lo que interesa de verdad es el horizonte de soberanía; lo otro son causas menores. Porque la independencia es la panacea, es el dorado. Vamos que nos separamos de España y se acabó la crisis. Por favor... Pero como he dicho antes, lo hacen creer y se lo creen. Y se crean mamarrachadas y carteles mesiánicos con lemas que trascienden al ser humano:
'La voluntat d'un poble' ('La voluntad de un pueblo'). Toma ya! Sólo le faltaba subirse a un taburete en medio del Llobregat, sacarse la chorra (a falta de báculo) y separar las aguas. Y
ERC, los mismos que le zumbaban por los recortes, en éxtasis.

Pero por suerte las urnas, esas que iban a llevarle a la gloria y a pasar a la historia como el hombre que dió la independencia a Catalunya, le dieron el revés (12 trincones menos) que merecía. No va a pasar porque son parásitos y una vez se aferran a la silla no hay dios (ni Moisés) que les mueva. Pero si tuviera lo que hay que tener, el
Masías debería irse. Además, si el pobrecico ya va a tener un sueldo vitalicio de por vida. Que se pire, que se pire y deje de crear problemas y fracturas, económicas y sociales. Perque aquesta és la voluntat del poble:

Y esa consulta/referéndum/pregunta lo que sea, QUE SE HAGA. No veo qué miedo hay en dejar que la gente se exprese. Estoy convencido de que si se pregunta por la independencia saldría que 'No'. Pero si sale el 'Sí' por una mayoría aplastante, pues oiga habrá que sentarse a hablar de independencia, estado propio, autodeterminación o lo que sea. Y que no me vengan con eso de que la soberanía del territorio español está en manos del pueblo ídem. Ya, que lo dice la Constitución. También dice que todo español tendrá derecho a una vivienda digna... y me entra la risa. El señor de una aldea perdida en Galicia no pinta nada si Catalunya decidiera independizarse. De la misma forma que yo tampoco si el barrio de Lavapiés decide separarse de Madrid.
Es triste que la política haya pasado de servir al ciudadano a convertirse en el arte de servirse a sí mismo, del que hay de lo mío, de trincar lo que se pueda, de mentir sin despeinarse y de crear problemas. Y que l@s polític@s sean unos parásitos societario que se enorgullecen de serlo y cobrar por ello. Viven en Matrix, son trincones supremos, aforados, mentirosos compulsivos y sacan lo mejor de nosotros. Unos mierda, vamos...
Como se dice en
EL GATOPARDO (la novela):
«Que cambie todo para que nada cambie». Ahí andan. Si ya lo
cantaba Julito... Weah!
PD: ah, y por el doblaje ni preocuparse. Se doblará en Barcelona, en Madrid y hasta en mi pueblo si se hace bien y hace falta.