Ayer vi Looper. Y no me decepcionó. Es más, es una gran película de viajes temporales. No sólo eso. Es, junto a Los Cronocrímenes, la película de viajes en el tiempo que merece esta ciud... esteeee, esta época en la que Regreso Al Futuro 1 y 2 son prácticamente educación primaria, películas de paradojas temporales que ya no confunden ni a un crío, curtido en mil batallas espaciotemporales en pantalla.
De modo que Looper, como la de Vigalondo, es una película que confía en la educación cinematográfica de su público: plantea un contexto muy sólido con viajes en el tiempo normalizados en el que aparece una grieta (no la que se intuye viendo sólo el trailer, sorpresa) que en un primer momento inquieta, pues la paradoja imposible que plantea es demasiado grande como para dejarla pasar. Pero el guion es suficientemente bueno como para darnos a entender gradualmente que el personaje de Bruce Willis es consciente de esta paradoja, y por tanto se sabe con tiempo limitado para llevar a cabo su terminatórico plan. Sin embargo, mientras que la premisa (tan brillante como el de cualquier relato corto de Matheson) y el desarrollo inmediatamente posterior son fabulosos, la trama se conduce lentamente hacia unos derroteros un poco inesperados que empañan un poco la cosa. Entendedme, no por inesperados son peores (reacción de paleto, "no me gusta porque esperaba otra cosa"), sino porque el modo en el que se plantea el contexto al principio propicia un conflicto limitado al bucle, es decir, a Joe Joven contra Joe Viejo. Sin embargo, a media película aparece un foco de interés importantísimo sobre el que, de pronto, se articula toda la trama, desconcertante cuando estamos hablando de algo que hace su aparición a media película, sin apenas menciones al comienzo. Esto se traduce en un giro extraño de los acontecimientos, poco anticipado y de aspecto caprichoso, que podría pasar mejor por alto si... cierto personaje careciera de cierta capacidad. Sin entrar en detalles, cada vez que este personaje daba rienda suelta a sus capacidades, me sentía en otra película. El giro extraño del guion, quiera que no, es importante para la trama (qué coño, ES la trama), pero ese último detalles es totalmente superfluo y está fuera de lugar. Toda la atención que recibe esta circunstancia juega en detrimento del personaje de Willis, que debería reflejar en todo momento la compleja dualidad de sus actos: a corto plazo sus actos son execrables, pero en perspectiva está haciendo algo necesario. Sin embargo, la poca atención que se le presta reduce su carácter ambivalente (propio del viajero temporal que viene a cortar problemas de raíz), y sólo queda un viejo asesino de cuya parte es difícil ponerse (y esto debería ocurrir intermitentemente, nunca a tiempo completo, la misión de personajes como éste es despertar sentimientos CONTRADICTORIOS de empatía y desprecio). Y en este punto, con sus virtudes y sus fallos, Looper llega al único final posible: estupendo, lógico e inevitable.
Joseph Gordon Levitt está como de costumbre, bien pero excesivamente lacónico. Las estúpidas prótesis de su cara sólo le restan efectividad a su interpretación. Estas cosas son innecesarias si la peli es buena, oigan; si la peli mola aceptamos hasta que Harrison Ford sea hijo de Sean Connery tengan la edad que tengan y se parezcan o no como huevo y castaña. Bruce Willis, sorprendentemente para lo que esperaba, no deja apenas huella. Emily Blunt no está mal, pero forma parte de ese inesperado segundo bloque de la película, así que no puedo evitar mirarla con recelo. En cuanto a los malos, el personaje de Jeff Daniels es insignificante, el magnífico matón que interpreta el tío que se parece a Guy Pierce es más memorable que él. Oh, y Piper Perabo, como siempre, tiene un personaje de mierda que podríamos borrar de la película sin que nadie se enterase.
Looper empieza como puro cine negro descontextualizado (igual que Brick), y por ello recuerda a Minority Report, pero pronto deriva hacia algo más reminiscente de Terminator, a lo que hay que sumar ese agradecido factor de "reto de atención del espectador" que tenía, por ejemplo, Origen. Es, qué duda cabe, una película complicada, pero no incomprensible., que te fuerza a recopilar continuamente los datos espaciotemporales que vas recibiendo para poder seguir la trama a su veloz ritmo. En otras palabras, es lo que para nuestros padres fue Regreso al Futuro 2, con el nivel de dificultad ajustado a las circunstancias.
Vamos, que Looper MOLA. Un 8 que sin esos derroteros cuestionables podría ser perfectamente un 9.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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