Vamos a ver si consigo no enrollarme demasiado con esto. El maratón Alien ha llegado a su fin, y como de ALIENS tengo poco que decir a estas alturas (best action movie ever, JC for president, quiero una reina Alien, etc), voy a comentar las conclusiones que he podido sacar de las dos hermanas feas de la saga, Alien al cubo y Resurrección. No ha cambiado ni un ápice mi valoración sobre ellas, pero ahora tengo argumentos fresquitos para repudiar una y reivindicar a la otra.
He comprobado cierto paralelismo entre las aportaciones de Fincher y Jeunet a la saga. Qué duda cabe de que estamos ante dos películas inferiores al primer díptico. A nadie se le ocurriría meter a ALIEN 3 y 4 en una lista de películas importantes de un modo u otro para la historia del cine. Y uno de sus hándicaps respecto a las dos primeras es que parten de premisas realmente inverosímiles y muy forzadas. La tercera es inverosímil en relación a lo visto en las películas anteriores, la cuarta es inverosímil a secas. Pero hay una diferencia brutal, una cuestión en la que ALIEN 3 y ALIEN 4 son el día y la noche. El guion de ALIEN 4 aprovecha las libertades que da el género scifi para dar respuestas verosímiles a los agujeros de su premisa. Explica absolutamente todo para lo que podría haber una pregunta escéptica (la sangre base de los clones, los recuerdos de la nueva Ripley); hay un auténtico esfuerzo por no tomar por tonto al espectador con aleatoriedades oportunas. ALIEN 3, en cambio recibiría un suspenso gordísimo en un taller de guion básico, porque NO EXPLICA NADA. La película empieza e inmediatamente te asaltan preguntas sobre lo que estamos viendo (¿pero cómo ha pasado ésto...? ¿cuándo...?), y cuando alguien en la propia película plantea estas contradicciones, las respuestas no pasan de AH, NO SÉ, YO ESTABA DORMIDA. Qué poquísima vergüenza. AH, NO SÉ es el leit motiv de ALIEN 3, en la que las improbabilidades que suceden para que la historia vaya por un camino o por otro se justifican por la ignorancia de los protagonistas. Francamente deplorable.
Las intenciones de Fincher en ALIEN 3 (simbología cristiana, una ambientación improbable, connotaciones sexuales) son muy loables, pero el resultado es desastroso y átono. El guion tiene la desfachatez de coger los importantísimos progresos emocionales en Ripley de la segunda parte y borrarlos de cuajo en los primeros segundos, sólo porque no encajan en lo que se quiere contar luego. Newt fuera, Hicks fuera. Los dos únicos nexos emocionales que se habían construido en torno al personaje, eliminados de un plumazo por conveniencia con el nuevo entorno. Un regreso de Bishop que odio con todas mis fuerzas, actores desaprovechadísimos, agujeros narrativos por todas partes. Eso es ALIEN 3.
ALIEN RESURRECCIÓN es otra cosa. No me olvidaré jamás de cuando Skull la despreció calificándola de afrancesada, el muy hijoputa. ALIEN 4 es divertida, comiquera, pasada de vueltas, comercial, desprejuiciada y sin las pretensiones que lastran a la tercera.Qué grande es ese humor negrísimo que se gasta Jeunet, que permite un inaudito equilibrio entre lo pateticamente grotesco y lo narrativamente potente (la escena en la sala de los siete clones fallidos tiene esto y más, es groseramente divertida y patética como un circo freak, pero traza magistralmente el horror y la magnitud del dilema existencial y emocional de la nueva Ripley). No está en absoluto fuera de lugar cuando resulta que los golpes de humor histriónicos tienen mucho que aportar al guion. Pero lo que más me fascina de la película es la decisión de coger ese punto de partida tan gratuito (eh, resucitamos a Ripley clonándola, yupi) y darle consecuencias interesantísimas en el devenir de la historia. Si la clonacion de Ripley se hubiese quedado en la anécdota para excusar una nueva película estaríamos ante un desastre narrativo de primera categoría, pero Jeunet (con Whedon) aprovecha la circunstancia para aportar novedades interesantísimas al personaje, y como ya sabemos, la nueva naturaleza de Ripley tiene consecuencias ineludibles en la trama. De modo que estamos ante una cuarta parte capaz de aportar novedades e ideas a la saga, nada ni remotamente cercano al agotamiento que sí muestra la tercera.
No hablo de la variopinta tripulación de mercenarios porque son todos un auténtico carrusel freak y un puntazo, y no acabaría nunca si me pongo a enumerar por qué me gusta cada uno de ellos.
El caso es que en la saga Alien tenemos una película de 9, otra de 10, una de 5 raspao y otra de 7. Bravo. Mañana, Prometheus.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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