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Acento diacrítico, es correcto señora

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¡Qué vajilla más interesante! Parecen jóvenes efebos jugando a la saltacabrilla.

De hecho yo daba por sentado que hasta la habrías visto ya...

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Miguel Roselló

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A veces la ciencia es más arte que ciencia, Morty. Mucha gente no lo entiende.

También a mí me interesa saberlo

Tiene un doblaje muy bueno. Lo que más se ha criticado es que no se parece la voz de Ayones a la de Cranston, y es cierto, sobre todo cuando la va poniendo más grave e intimidante conforme avanza la serie, pero la interpretación que hace lo compensa, no echaréis en falta al original. Pasa parecido con Bob Odenkirk, luego otros como Tuco están pillados a la perfección...

Para gente que sabe apreciar un buen doblaje, como los de este foro, puede verse en español sin ningún problema. En mi caso vi hasta la tercera doblada y el resto en VO por no esperar, y no fue un cambio traumático.

Mejor en versión original. El doblaje es muy muy bueno y sigo manteniéndolo aún habiéndolo dejado muy atrás después de la temporada 3, pero muchos personajes hablan indistintamente en inglés y español y es una parte del contexto de la serie que se pierde.

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Miguel Roselló

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Me he visto los 6 capitulillos de la décima temporada de Expediente X y han sido un WTF en toda regla, lo primero porque en general todos los capitulos son mucho menos "serios" de lo que la serie nos tenía acostumbrados (Aunque debo decir, que el capitulo en clave de coña que hay en cada temporada, en el de esta con el hombre-lagarto es sublime). Con la trama que lleva, se carga todas las temporadas anteriores y no me ha gustado demasiado, en general me ha parecido una manera perezosa de sacar pasta más que de continuar la serie. Gillian Anderson cumple bien, pero David Duchovny lleva el piloto automático puesto desde el minuto cero. Y el final, dejemoslo estar.

Otra cosa es el ninguneo a los personajes que los sustituyeron, tal vez esté en la minoría pero a mí me encantaban Robert Patrick y Annabeth Gish en las dos ultimas temporadas. Del personaje de Robert Patrick ni se habla, pero la reaparición de Annabeth Gish me ha parecido, er, una mierda.

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¡Qué vajilla más interesante! Parecen jóvenes efebos jugando a la saltacabrilla.

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A veces la ciencia es más arte que ciencia, Morty. Mucha gente no lo entiende.

He visto el episodio 9 de la sexta temporada de "Juego de Tronos", "La batalla de los bastardos" (que también podría traducirse por "La batalla de los cabrones"), que en IMDB califican con una media de DIEZ SOBRE DIEZ. ¿Hay para tanto? Es cierto que el episodio es espectacular y efectivo, pero ¿tanto como para merecer esa calificación? Pues francamente, no. Kit Harington y Sophie Turner siguen siendo tan sosos como de costumbre (en vez de Sansa Stark el personaje de la segunda debería llamarse "Sosa Stark") y argumentalmente el episodio tampoco es que tenga nada especial, fuera del habitual despliegue de truculencias y crueldades, en el que los personajes compiten a ver quién es más cabrón (quizá el título venga de ahí, no de que el eje sea una batalla entre los bastardos Ramsay Bolton y Jon Snow). No obstante, espero con curiosidad a ver cómo rematan esta temporada. Sobre todo, espero ver de nuevo al personaje de Jonathan Pryce que, este sí, consigue aumentar mucho el interés cada vez que aparece. Muchos de los personajes de esta serie son planísimos, completamente intercambiables entre sí, meros arquetipos, pero no así el Gran Gorrión: por un lado es un fanático repulsivo pero por otro también tiene un no sé qué de fascinante.

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"El arte de la guerra se apoya sobre el siguiente principio inmoral: hazle al prójimo lo que no quieras que te hagan a ti"

Jules Verne

¿Alguien ha visto Stranger Things? Porque a mis oídos solo llegan críticas entusiastas.

A ver si se reflota el hilo con un par de series de actualidad:

Completada la T3 de Black Mirror. Está bien, pero coincido con los que han dicho que ha bajado bastante el nivel. Sigue manejando conceptos interesantes, pero a casi todos los capítulos les falta fuerza, no conecto con sus historias ni con sus personajes tanto como en los anteriores. Sí que me parece apreciable la apuesta por géneros muy distintos entre sí, aunque el resultado sea desigual.

Mis favoritos Caída en picado y San Junipero, que ahora que lo pienso son los que tienen el final más optimista, dentro de lo que cabe.

Cambiando de tercio... ¿alguien siguiendo The Young Pope? Serie de Paolo Sorrentino (el director de La gran belleza) con Jude Law haciendo de un papa ambivalente, conservador y con problemas de fe. También están por ahí Diane Keaton o Javier Cámara, este petándolo bastante en su primer papel internacional (creo).

No es la serie más trepidante del mundo, pero tiene momentos muy buenos. Visualmente un primor y el guion está muy conseguido en el trato a la Iglesia, con mucho respeto al catolicismo y a sus dilemas y a la vez con un sentido del humor bastante cabrón.

Están emitiendo dos capítulos por semana, así que a mitad de este mes ya se habrán pulido la primera temporada.

Como ayer comencé por fin a ver la nueva temporada de Black Mirror, voy a aportar mi granito a la conversación. No te he leído, Basurilla, porque prefiero no saber ni el tema de los episodios por venir.

Por ahora puedo decir que el primer episodio fue excelente, jugando con la comedia negra de una forma mucho más abierta y evidente que en años anteriores y explotando su premisa al máximo en varios frentes (felicidad sistemática como rasero de lo que valoramos en alguien, personalidades construidas artificialmente en pos de un público, el concurso de popularidad de la vida, la importancia de tus perfiles sociales en una entrevista de trabajo...). También es quizá el episodio de Black Mirror más entretenido de ver hasta el momento. En resumen, es el mejor episodio desde la insuperable primera temporada.

Pero hay algo que me molestó un poco. Tengo la impresión de que la popularidad creciente de la serie la está llevando a convertirse en lo que el público espera de ella. El alcance de Black Mirror es muy amplio, su premisa es el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad, pero no tiene que limitarse a "gente enganchada a teléfonos". Es una visión extremadamente simplista de la serie que explica que el episodio más recordado sea, posiblemente, The Entire Story of You, y que impediría la existencia de, por ejemplo, el episodio distópico de las bicicletas y el reality show, en el que la idea viene a ser "el sistema lucha contra lo contestatario absorbiéndolo y asimilándolo en su seno en forma de falso inconformismo, y la tecnología facilita ese proceso". Es mi episodio menos favorito de la primera temporada, pero sigue siendo brillante y es, también, el que más claro demuestra el amplísimo potencial de la serie.

Me quedan aún cinco episodios por delante que pueden demostrar que mi queja es infundada, pero el hecho de que la temporada arranque precisamente con este episodio cargado de teléfonos móviles y pseudoinstagrams es sintomático, al menos, de lo poco que el público mayoritario de Black Mirror espera de ella.

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Miguel Roselló

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¿Nadie está viendo esa MARAVILLA que es Westworld?

A mí me interesa, pero estoy ya hipotecado más allá de mis posibilidades. Black Mirror acabará pronto, pero estoy viendo Daredevil y Parenthood, eso si no sumo House of Cards y Unbreakable Kimmy Schmidt, que ahora mismo están de descanso, y las Chicas Gilmore, en este insensato repaso que estoy dando a la serie previo a los especiales del 25 de noviembre.

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Miguel Roselló

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Un amigo mío la está viendo, y en sus palabras es aburrida hasta la naúsea. Lo cual se me hace raro viniendo de él, que es fan de todas y cada una de las series de HBO.

Supongo que si los temas que trata la serie no te interesan, puede ser aburrida. Por eso estoy un poco en contra de esto que se está oyendo tanto de que es "la nueva Juego de Tronos", cuando el target de Westworld es muchísimo más nicho.

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A veces la ciencia es más arte que ciencia, Morty. Mucha gente no lo entiende.

He dejado de leer después de tu comentario sobre el segundo (porque no he visto más episodios). Yo no odié el final, pero sí me parece que está mal a ciertos niveles. Me explico. El episodio de marras me dejó rascándome la cabeza, porque si lo veía como una pieza narrativa sin más me había gustado (era extraño, se guardaba ases en la manga para mantener mi interés, hacía eso tan guay de Black Mirror de tenerme sin saber por dónde iban a ir los tiros durante un buen rato), pero esta serie se caracteriza por ser pura propaganda y por lanzar una moraleja bien clarita con cada episodio. Y aquí creo que el episodio no tenía ni pies ni cabeza, haciendo una correlación falsa de ésas que usan las madres para asustar a los niños o como cuando un cura te dice que como te masturbes te saldrán granos. Simplemente no veo que maldita relación hay entre el trabajete virtual que se busca el colega y la forma en la que ignora las llamadas de su madre. Es decir, si la moraleja es "niño, deja los videojuegos porque vas a dejar de lado todas las cosas importantes de tu vida", DEJA TAMBIÉN DE VIAJAR, ¿no? Porque lleva ignorando a su madre desde el minuto uno, no desde que entra en la simulación a los veinte minutos.

El caso es que si no tuviese tan claro que Brooker trata de aleccionar con el cuento, no tendría ningún problema. El final sería como el giro irónico definitivo, como el final retorcido de un relato de terror o cifi del siglo XX. "Al final llamó a su madre, pero no de la forma en la que todos esperábamos". Pero qué sé yo, el hombre trata de mezclar churras con merinas y al final le sale rana. ¿No habría sido mejor dejar al pobre desgraciado atrapado en un juego infinito de muñecas rusas? O no, porque realmente la pieza del puzzle de la madre sigue sin encajar.

En fin, fallido.

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Miguel Roselló

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Pues ya he visto el tercer Black Mirror, alias Shut Up And Dance. Una mejora respecto al segundo, está más centrado en la idea que quiere transmitir. Quizá juega en su contra la comparación a la que se presta con el clasiquísimo episodio del cerdo, ya que ambos desechan el recurso de la parábola para contar algo literal, una historia que puede ocurrir aquí y ahora. La premisa de aquel episodio era retorcida y terriblemente ingeniosa (el momento en el que el guion hace decir a un presentador de noticias "¿estamos ante la primera obra maestra del siglo XXI?" es un farol como un piano), pero ésta podría haber sido la base del fanfic de cualquier seguidor de la serie con un poco de tiempo libre. Así que esta vez Brooker juega todas las cartas al desarrollo. Y realmente podría decir que no es en el desarrollo (muy angustioso, desde luego, y con un devenir casi inevitable) donde está la chicha, sino en el enfoque formal. Mientras que el capítulo de Bryce se nutría del sufrimiento de la pobre chica en pos de la comedia negrísima, éste quiere hacernos partícipes de la pesadilla de este chico. La cámara se tambalea, en enfoque es inconstante, los planos son cerrados y aberrantes, y todo eso crea el sentimiento de pura irrealidad que hace que momentos como ese en el que musita "esto no es real... no es real" lo sientas casi como propios. La escena del atraco es un mal sueño, como cuando nos hemos metido en algo tan extremo (aunque sea una situación tipo hablar ante un auditorio gigante) que casi nos sentimos fuera de nuestro cuerpo y nos movemos por inercia. El chico que interpreta al protagonista refuerza esta intención de forma espectacular, entiende exactamente las necesidades interpretativas de su personaje. La cosa es, ¿se merece este castigo? En este aspecto Black Mirror no suele ser ambigua, se mueve entre extremos, pero aquí la duda ensombrece un episodio ya se por sí inquietante y oscuro.

El material es un poco de saldo, pero la forma de manejarlo me ha parecido ejemplar.

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Miguel Roselló

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Ya he visto el cuarto, alias San Junipero. La leche.

Lo único que me impidió apreciar lo rematadamente precioso que resultó ser fue lo desconcertadísimo que estaba. Porque tras la misteriosa primera parte, que durante más tiempo del habitual no da pistas sobre por dónde van a ir los tiros, aquello no parecía dar... una visión negativa. San Junipero es una iniciativa perfecta y todo el mundo es feliz y puede pasar la eternidad con la gente que quiere sin que el paraíso esconda una cara oscura ni nada que se nos revele misteriosamente en una última escena ominosa. Hasta los insertos entre los créditos nos reafirman que todo va a ir bien. Al final del episodio de Bryce se lanzaba un rayo de esperanza, pero aquello era posible precisamente porque se la privaba la tecnología. Esto era completamente distinto.

Así que claro, yo estaba superdescolocado porque todo aquello rompía con lo que es Black Mirror. Es esperanzador, y dulce, y tierno... Es una preciosidad. Ñi.

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Miguel Roselló

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