Recogiendo la sensata idea de Mike, vamos a abrir esto para que podamos liberar el hilo de cine en general y poder dedicarnos a la película sin que tener que darle a la teclita del spoiler cada dos minutos. Bueno, ahí van mis impresiones a falta de más visionados que seguro me ayudarían a captar más matices o detalles que se me hayan podido escapar.
En términos generales, un triunfo. No para superar a El Imperio contraataca, porque creo que es difícil que cualquier película que se haga de la saga llegue o supere ese nivel. Las obras maestras son una combinación de talento, buen gusto, actores en forma, un guión antológico y sobre todo muchos años de fermentación y adoración durante décadas para que alcance los cielos cinematográficos. No creo que este Episodio VII lo consiga, pero lo que sí queda claro es que puntúa y puntuará muy alto en cualquier clasificación que se haga de la saga a partir de ahora. Y tiene sus errores, faltaría más. Conseguir el equilibrio perfecto, el ritmo clavado las 2 horas y pico de película y que todos los actores rayen a la misma altura en estas películas es prácticamente imposible. A tiralíneas:
- J.J. Abrams triunfa consiguiendo la mezcla perfecta entre solemnidad y diversión, entre ligereza y bromas y momentos intensos que te clavan en la butaca. No se pasa de serio y solemne como en las precuelas, ni nos regala frases o chistes de preescolar como en... las precuelas. Repito que incluso en esta alquimia tiene sus momentos desequilibrados. A veces la comicidad de Finn se pasa un poco de frenada, y que hasta el mismo John Boyega sobreactúa demasiado. Momentos no muy numerosos, y la mayor parte de las bromas corren a cuenta de un Harrison Ford que no ha estado tan bien y tan fresco en décadas. La vuelta a la trilogía original era esto: diversión con picos de emoción y fuerza dramática, y el punto exacto e intermedio entre ligereza y profundidad. El mayor pecado de las precuelas, por cierto.
- "Star Wars" siempre ha sido un dramón familiar. Mucha lucha entre ideologías, entre imperios totalitarios y rebeldes democráticos, mucha mística con la Fuerza y los jedis... pero el corazón siempre han sido las sagas familiares. La misma saga entera hasta ahora, del IV al VI y del I al III, ha sido la de la familia Skywalker, tocando temas como el descenso a los infiernos, la redención y los hijos siguiendo a los padres. Por eso, este Episodio VII ha continuado la tradición de esa doble vertiente. La historia de Anakin Skywalker quedó terminada y cerrada, pero de alguna forma su espíritu ha permanecido flotando en estos 30 años transcurridos y ha encontrado su acomodo en Kylo Ren. Lo fácil hubiera sido, tal vez, y centrándonos en la descendencia de Han Solo y Leia, seguir las novelas del Universo Expandido y darle a la pareja dos hijos que hubieran crecido felices bajo la tutela de sus padres y la vigilancia y enseñanza de su tío Luke. Pero como si el fantasma de Vader no se hubiera evaporado, es mucho más potente empezar con una nueva caída. La de Ben Solo/Kylo Ren es parecida a la de Anakin/Vader, pero tiene matices incluso más poderosos. Aquí no ha provocado que una galaxia entera se tambalee y toda una orden de guerreros desaparezca casi por completo. Pero ha logrado destrozar a una familia que, tras derrotar al Imperio, parecía unida y feliz, y llevar al destierro y al desconsuelo sin fin a su tío, que tanto vio y tanto sabía sobre caídas y redenciones. Y ver que la historia de su padre se repite de nuevo con su sobrino fue una carga demasiado pesada. De ahí ese Luke perdido en el fin de la galaxia, desastrado y habiendo tocado fondo. Y de ahí, la escena culmen (y polémica, como he podido debatir con algunos amigos disconformes con la misma) de la película.
- ¿Debería haber muerto así Han Solo? ¿Debería haber muerto a secas?. Iré al grano, y directamente respondo que sí. En la mejor escena de la película, a todos los niveles (esa luz desapareciendo, esa pasarela sobre el vacío mismo, ese haz luminoso desapareciendo de la cara de Kylo para dejar que el rojo lo invada todo...), Han intenta hacer algo simétrico a lo que hizo Luke en El retorno del Jedi. Sin la Fuerza y sin nada más que la convicción misma de un padre luchando por traer de vuelta a su hijo, sabe que probablemente tiene las de perder y que, como ya vio en su mujer y en su cuñado, la Fuerza es demasiado poderosa para ser manejada y cambiada sólo con palabras. Por lo que intuye, tal vez, que llamar a su hijo cuando podría haber huido y haberle dejado ahí le pone ante una sola disyuntiva: o salva a su hijo de una vez por todas, o muere. Y como, a pesar de que tras la caída de Ben decidió dejar su posición privilegiada y su aura de leyenda y volver al mundo del contrabandeo y los mercenarios, Han tiene su corazón y sabe que lo mejor que tiene es Leia y su hijo, toma la decisión. Y lo intenta. Todo o nada. Su hijo o la muerte... Y Kylo no es Vader, ni Han es Luke. Kylo cortó todos sus lazos, "mató" a Ben Solo y si el átomo de luz que Vader tenía en su interior por su hijo explotó cuando vio a su hijo a manos del Emperador, Kylo lo ignora o directamente no lo tiene. El peso del amor de su padre no basta, la posible luz se desvanece y Kylo le mata para completar su viaje al Lado Oscuro. La esperanza no está ahí ni en él, sino en otra parte. ¿Veremos en el Episodio VIII a Leia triunfando, ya que ella sí es sensible a la Fuerza, a la hora de traer de vuelta a su hijo?. Se admiten apuestas.
- El personaje de Rey es otro clásico de la saga. Es claramente un espejo del Luke del Episodio IV a muchos niveles, algo bastante evidente. De hecho, esta misma película tiene muchos paralelismos con "Una nueva esperanza"... y el límite entre "paralelismos" o "similitudes" y puro y duro "remake" o "copia" lo pone aquí el listón de cada uno.

En este momento, como entonces, los jedis son una leyenda, la Fuerza casi es patrimonio del Lado Oscuro por los caballeros de Ren, y la "nueva esperanza" es una chatarrera huérfana más pobre que los tíos granjeros de Luke en Tatooine. Y como él, descubre que es sensible a la Fuerza, que puede convertirse en una jedi y derrotar a este nuevo Imperio que es la Primera Orden. Representa (lo veremos en el Episodio VIII) una oportunidad para Luke de rehacer las cosas y de triunfar donde él fracasó, de reiniciar y levantar de nuevo una nueva orden de guerreros del lado luminoso para volver a los lejanos tiempos prósperos de la Antigua República. Yo creo que, de nuevo, el hecho de que la película no termine siendo un nuevo refrito de la trilogía clásica son los matices. Que seguro iremos descubriendo más con cada nuevo visionado. Aquí Luke, por ejemplo, es quien debe perdonarse a sí mismo por su fracaso con Kylo, y por extensión, con su hermana y su cuñado. Tiene un sustrato de culpa que Yoda, por ejemplo, no tenía en Dagobah o no lo tenía a ese nivel.
- Como capítulo introductorio que es "El despertar de la Fuerza", faltan muchos detalles y mucha chicha por saber. Si el sistema planetario que la Primera Orden se carga es la sede de la Nueva República... ¿qué veremos en el Episodio VIII? ¿Un parlamento itinerante? ¿Un parlamento oculto o subterráneo? ¿Quién es realmente ese Líder Supremo Snoke? ¿Quienes y de dónde vienen esos "caballeros de Ren"?
- Y ahora, los fallos. Las similitudes con el Episodio IV, a ratos, son un poco prescindibles o se podrían haber cambiado por algo diferente. No está mal el planeta/arma de destrucción masiva que viene a ser una Estrella de la Muerte multiplicada por diez, y que no hay demasiadas formas más contundentes que cargarse un sistema planetario entero para demostrar poder e intimidación, pero... ¿otra vez un super rayo láser mortífero cargándose planetas?. ¿Otra vez el arma a punto de dispararse contra la base de los luchadores rebeldes? Y con sus diferencias... ¿otra vez X-Wings lanzándose a una trinchera tras desactivarse un escudo de energía para entrar en el núcleo del arma, lanzar torpedos y salir de allí antes de que todo explote?. ¿Otra vez un androide fugitivo con una misión por cumplir y planos secretos en su interior?. Y está muy bien los chutes repetidos de nostalgia y guiños a los fans de toda la vida (los primeros momentos de Han y Chewie en el Halcón son un greatest hits en ese sentido), con personajes incluidos, pero creo que alguno no está bien introducido o, sencillamente, termina sobrando. Verbigracia: el pobre C-3PO. Siempre es un gustazo verle ahí, brillando y moviéndose, pero esta vez sus comentarios le convierten en el Capitán Obvio de la película. "Oh, fijaos, las piezas del mapa encajan", "¡R2, has despertado!".... Lástima. Y ahora que menciono a R2... un debate que he mantenido: ¿por qué ese despertar repentino tras años en "ahorro de energía"? ¿Le despierta Luke a través de la Fuerza, se puede influir sobre droides con poderes jedis? ¿Estaba buscando sin descanso, mapa tras mapa y sistema tras sistema, en sus archivos el lugar donde faltara el trozo de mapa que tenía BB-8, y de golpe lo encontró?.
- El Gran Trío: en dos palabras, Harrison y Ford. Como comentaba atrás, hacía literalmente décadas que a Harrison no se le veía tan fresco y tan metido en un personaje. Sabiendo que esta era su última película con Han Solo, ha echado claramente el resto y está pleno de carisma, de intensidad y es capaz de ofrecer una gama de emociones como casi nunca le habíamos visto. Su reencuentro con Leia, los reproches que ella le hace, su encuentro final son su hijo... sencillamente espectacular lo que transmite. Consigue que ya le estemos echando de menos, y que le echemos de menos en el próximo episodio. Carrie Fisher está correcta, sentida... no tiene muchas escenas, y las que comparte con Han son estupendas en su sencillez y en su falta de pomposidad. Evidentemente, se nota que Carrie hacía años que no interpretaba en una película así (y en el cine en general), y cierto es que se la nota algo envarada y que le cuesta transmitir emociones... pero casi se la perdona. Mark Hamill tiene la maravillosa escena final (un acierto el representarla sin diálogos. Los actores lo transmiten todo con los gestos y las miradas), y en solo dos miradas, dos distintas y diferentes, ya vemos al Luke de siempre. Un Luke agotado y demacrado, apartado de todo y de todos, y en el momento en que Rey le muestra el sable láser la mirada de Hamill con los ojos enrojecidos es oro puro. Fantástico.
- Nuevos personajes: en general, geniales y deudores del mismo espíritu de la saga. A pesar de sus sobreactuaciones y sus histrionismos, Finn se acaba haciendo querer y casi da algo de pena ver cómo al final termina aterrizando en plena Base Friendzone (aunque ya veremos). Poe Dameron es un gustazo, un cruce entre Han Solo y Wedge Antilles, que el carisma de Oscar Isaac (y Guillermo Romero) se encarga de ofrecernos crujiente y recién hecho, con el punto justo entre heroicidad, buen rollo y guiños a la galería. La capitana Phasma de Gwendoline Christie dura medio telediario... y pena, porque el aspecto imponente de su armadura cromada prometía escenas a lo sargento de hierro estupendas... que tal vez aparezcan en el Episodio VIII, ya que se ha confirmado que este personaje volverá. Otro tanto para el general Hux de Domhnall Gleeson, que no está mal y que cumple simplemente como el Tarkin de turno. Su discurso a las tropas tengo que oírlo en VO, porque Artur Palomo... lo lamento. Maz Kanata es la Yoda de esta película, el personaje pequeño e invisible pero sabio y carismático que oculta más cosas de las que muestra tras esa fachada de anfitriona de contrabandistas, comerciantes y mercenarios (su castillo es otro guiño gigante a la cantina más famosa de la saga). Adam Driver no es, precisamente, Marlon Brando en sus mejores momentos, pero si había miedo en que fuera una segunda parte de Hayden Christensen, enseguida se encarga de borrar sospechas. Driver impone con su voz cuando tiene la máscara, y, afortunadamente, no abusa de los tics de malvado (cabeza gacha y levantamiento de ojos) de pacotilla cuando se la quita. Es hierático pero le da punzadas sutiles a sus frases cuando tiene delante a Rey... y lo hace fenomenal en el clímax de la pasarela con Harrison.
Pero el gran descubrimiento de la película, sin duda, es Daisy Ridley. Enseguida desaparece tras el personaje, hace suya a Rey y aporta tal convicción y seguridad que no parece que estemos ante una novata que tiene solo una película y un corto a sus espaldas. Desborda carisma, dureza y aporta los toques siempre justos de comedia cuando le toca, sin pasarse (como sí le pasa a John Boyega). Una revelación.
- En el aspecto técnico... poco que añadir. Estaba claro que ILM iba a deslumbrar, y el talento visual de Abrams (cristalino para quien hubiera ya visto sus dos Star Trek) ha hecho el resto para conseguir no solo que las batallas espaciales alcancen otro nivel, sino para conseguir unos planos como jamás se habían visto en la saga (la cámara pegada, literalmente, al fuselaje del X-Wing mientras gira a toda velocidad, la cámara haciendo un looping al mismo tiempo que el Halcón, un plano secuencia enterito y circular con el caza de Poe derribando TIE tras TIE...). En el apartado de personajes por captura de movimiento... aquí la gente se divide entre los que consideran que tanto Maz como Snoke se notan demasiado, y los que no. Pero yo creo que están integrados muy bien con el ambiente real que les rodea. Snoke no deja de ser un holograma, y seguramente aparezca en carne y hueso en la próxima, pero no le he visto demasiados defectos. Otro tanto para Maz Kanata. En primeros planos es cierto que se nota que "no" es real, pero luego cuando la batalla comienza y salen al exterior, Kanata se mueve e interactúa con Finn y Han perfectamente, casi parece real al 100%. Por mi parte, ambos personajes no me molestaron ni me chirriaron.
En fin, hasta aquí mis conclusiones. Con la película reciente y con otro visionado que caerá dentro de poco seguro que añadiré más cosas o incluso puede que cambie alguna opinión sobre algo, pero en líneas generales esas son todas mis impresiones. Una Star Wars maravillosa, cuyos triunfos pesan tres veces más que los fallos que tiene y que estos, al ser un primer episodio, pueden ser reparados y mejorados incluso en posteriores entregas. Abrams ha sabido darnos lo que queríamos, ha llegado Star Wars a nuestra época pasándola por el tamiz de las tres primeras películas, sazonándolas con la misma ligereza y escapismo de aquellas, y dándoles el punto dramático, sentido y profundo que también tenían al mismo tiempo. Ahora que cada vez somos más los que la hemos visto, podremos opinar y opinar hasta hartarnos. Que de eso se trata y es lo que mola de estas películas.