"ALATRISTE", esforzada adaptación de las novelas de Arturo Pérez-Reverte
Son un gran éxito de ventas, y ha llegado su adaptación al cine: "Alatriste", el retrato del comienzo de la imparable decadencia de la España Imperial, mejor dicho el preludio de dicho comienzo, veinte años antes de la derrota de la Armada Invencible en la batalla de Rocroi (actual Bélgica) en 1643 y que fue el fin del dominio español en Europa, pasando éste a Francia.
El guión del propio director, Agustín Díaz Yanes ("Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto"), trata de sintetizar en dos horas y cuarto las cinco novelas del personaje ya publicadas, a la espera de la sexta. Teniendo en cuenta el presupuesto, 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas), la película más cara del cine español, se ha invertido muy bien en la ambientación, insuperable en todos los aspectos, desde los lujosos palacios hasta las miserables calles con paredes desconchadas y los desolados campos de batalla, con barro y todo menos "glamour".
Aquí tratan de imitar películas francesas ambientadas en aquella época, que a mí me recuerda la excelente "Cyrano de Bergerac", que tiene en común con "Alatriste" el tratar también de la guerra franco-española del siglo XVII, además de los carteles anunciadores de Viggo Mortensen como Alatriste con cierto aire a lo Cyrano, aunque sin la narizota, claro. Pero bien: "Alatriste" reune un gran reparto, con el notable Viggo Mortensen a la cabeza como el protagonista; Javier Cámara como el Conde-Duque de Olivares, Juan Echanove como Quevedo... muchas apariciones fugaces, éstas obligadas por la necesidad de sintetizar en tan poco tiempo cientos de páginas de las novelas originales.
Ello hace a veces que la narración tenga muchos altibajos, además de que se recrea demasiado en las escenas de batallas, descuidando otras escenas importantes, como la historia de amor entre Angélica (Elena Anaya) e Íñigo de Balboa (Unax Ugalde), que por falta de química entre ambos no se sostiene para nada. Todo empieza cuando en la guerra en Flandes cae herido de muerte un amigo del capitán Diego Alatriste, que le encarga cuidar de su hijo Íñigo.
Con el paso de los años, Alatriste sirve a la Corte española y a quien le pague, como un matón, como se diría ahora. Todo hasta llegar a la batalla final en Rocroi... Bien, Viggo Mortensen está mejor cuando no habla, que cuando lo hace... resulta poco creíble con su voz pastosa y su dicción monocorde, contrastando con la dicción impecable de sus compañeros de reparto. Incluso a veces se le escapaba cierto acentillo americano, pese a que hablaba poco.
Excelentes Javier Cámara como Olivares y Juan Echanove como Quevedo, lo mejor de la película. Mortensen compensa sus limitaciones al hacer de Alatriste con su presencia, su carisma y la complejidad que le da al personaje, entre orgulloso y valiente como altivo y maquiavélico, además de ser un excelente espadachín.
De todas maneras, es un excelente retrato de la época, una película digna y que puede competir bien en el extranjero, demostrar que no sólo Francia ó Gran Bretaña sabe hacer grandes películas de espadachines y gran ambientación del siglo XVII.
ALATRISTE: * * *
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