Citar:
Yo también pienso que Ralph Bates es un actor menospreciado, me parece que tiene una presencia y un comportamiento admirables delante de la cámara, tal vez debería haber hecho más películas, y sobre todo de protagonista. La verdad es que no tiene comparación (desde mi modesto punto de vista) con Peter Cushing
Supongo que el concepto de "La maldición de Frankenstein" del personaje como un visionario sin escrúpulos se presta a toda una serie de 6 películas mientras que las ironías de "El horror de Frankenstein", aunque en sí muy gozosas, no dan para toda una serie: es como si el protagonista fuese una versión en más inteligente de los tres jovenzuelos de "Frankenstein Created Woman" de Fisher.
En cuanto a lo del Dennis Price "de toda la vida", supongo que te refieres al de Powell y Pressuburger y la Gainsborough. Da un poco de grima verle visiblemente enfermo en las de Jesús Franco (con la curiosa elección de Eduardo Calvo para doblarle en una de ellas).
Después de pensármelo mucho, he decidido poner una lista de actores que a algunos les parecerá excéntrica, promiscua y con un claro prejuicio por el cine de géneros europeo. Obviamente no soy quién para decir quienes son los mejores, sólo doy una lista de los que he sentido como próximos de un modo u otro:
GENERALISTAS:
Robert De Niro: un tanto pesante en los últimos años, pero su currículum de los años 70 y 80 es impresionante.
Debra Winger: Dinámica e intensa, se volvió famosa pese a lo cual tuvo una carrera algo esporádica.
Harvey Keitel: Capaz de sacar el mayor partido del más pequeño de los papeles, como en "La asesina".
Nicol Williamson: en principio físicamente inadecuado para Hamlet, sigue siendo el que más me ha convencido de que quién veía era, pues, Hamlet.
Eli Wallach: “El bueno, el feo y el maloâ€, “Girlfriendsâ€, “El padrino IIIâ€, “Baby Dollâ€...
John Gielgud: considerado más "teatral" que Olivier en su estilo, pero en realidad más lúcido: es de los pocos actores logrados del "Ricardo III" de Olivier
Richard Burton: tuvo unos altibajos impresionantes debido al alcohol, pero nadie como él para el sarcasmo y la bilis; también un Hamlet interesantísimo aunque, a diferencia del de Williamson, acaso demasiado personal.
Ian Holm: ¿Quién no se fía de él al ver su nombre en los créditos?
Gian Maria Volonté: capaz de ir de la introspección a lo aparatoso
Mario Adorf: un suizo corpulento que iba de un país europeo a otro. Fue el padre en "El tambor de hojalata". Otro que sabía ser histriónico o sutil según los requerimientos
Arthur Kennedy: ¡Qué bien hablaba este hombre el inglés americano! Su carrera fue un poco de "cuchillo suizo", de actor para todo.
James Earl Jones: Algo así como "la voz" de USA.
John Carradine: muy irregular por problemas personales, pero excelente en sus mejores momentos (su papel protagonista en "Barba Azul", entre muchos otros)
Peter Lorre: No necesita presentación.
Klaus Kinski: carente de complejos en el cine y, por lo visto, en la vida.
MENOS CONOCIDOS:
Will Patton: Físicamente parecido a un Ed Harris que se ha vuelto loco, con muchos villanos en su haber, pero también muchos personajes bienintencionados e ingenuos. A destacar: la desconocida “Paint Jobâ€, un raro papel protagonista.
Patrick Magee: una de las voces más arenosas y una de las caras más cabreadas del cine británico. A retener: sus discursos en "Marat-Sade" y su McCann en "The Birthday Party".
Patrick Wymark: grueso e imponente, con una voz que podía cambiar de lo melifluo a lo tosco. Fue el rijoso propietario de la finca en "Repulsión" de Polanski y el preso alegre y sarcástico en "El criminal" de Losey.
Freddie Jones: frecuente en papeles de hombres distinguidos pero atontados. La Hammer le dio uno de sus papeles más dramáticos. En una hipotética adaptación fiel del Jekyll y Hyde de Stevenson, hubiese hecho un buen Lanyon (que en el original no es el tipo estirado de las películas, sino un hombre aparatoso y alegre).
Michael Gough: alto y de mirada irónica. Todavía tengo que ver la película en la que hace de Bertrand Russell. En un Hamlet teatral hizo de Laertes, pero te lo imaginas más bien de Horacio.
CINE DE TERROR:
Peter Cushing: a diferencia de Christopher Lee, no dejó nunca que se aburriera con ningún papel. Uno se divierte cazando lo que parecen ser "morcillas" o improvisaciones suyas: como lo del tablero de ajedrez en "El perro de Baskerville" (Fisher), en la cual se adelantó a Jeremy Brett en darle un tono petulante al personaje de Sherlock Holmes.
Sospecho que lo de dirigirse a Darth Vader como "my friend" (lo que da un leve toque de calidez a estos dos estirados personajes) fue un añadido suyo. Y otro detalle: su interpretación del abogado Utterson en "I, Monster" (una fallida adaptación del mito de Jekyll y Hyde) parece sacado de las páginas de Stevenson
Boris Karloff: de voz suave y mirada fiera, no necesita presentación. A destacar, entre muchas otras, "The Invisible Ray".
Donald Pleasance: siempre enérgico, fuesen cuales fuesen las circunstancias.
Sheila Keith: qué bien se lo pasaba cuando le hacía alguna perrada a alguien.
Lon Chaney Sr: Mostrando una energía increíble como Quasimodo pese a los kilos de postizos que llevaba encima. También muy fuerte sin tener que llevar maquillaje.
El Lon Chaney Jr. de finales de los 50, principios de los 60: una inclusión controvertida para un actor vilipendiado: tras sus irregulares pasos por la Universal, maduró como actor cuando estaba confinado a películas de muy bajo presupuesto, sin desdeñar algún western (género que le iba muy bien) como su elegíaco papel en "Sólo ante el peligro". En aquella época, era un tipo grueso, de facciones rocosas, voz de cazalla y aspecto algo fiero. A destacar: su chófer en "Spider Baby" y un Satanás muy “blue collar†y aparentemente bonachón en "The Devil's Messenger".
Bela Lugosi: Muy "antigua escuela" si se quiere pero excelente en este sentido. Cuando hizo "Drácula" todavía no había adaptado su estilo al cine, estando mucho mejor, por ejemplo, en "Satanás" de Ulmer. En la subestimada “The Invisible Ray†demostró lo contenido que podía ser.
SPAGHETTI WESTERN (uno de los géneros fetiche de quien esto escribe)
Lee Van Cleef: más conocido por sus flemáticos cazadores de recompensas, se amoldaba sin dificultad a situaciones de comedia si se lo exigían. A destacar: "Más allá de la ley" de Giorgio Stegani.
Tomás Milian: pasaba de bueno a malo, de listo a tonto. Excelente, si se controlaban sus excesos. Muy bien doblado por Juan Logar en “El precio de un hombreâ€. Ahora Milian es característico del cine USA.
Piero Lulli: Actor matizado y de fuerte presencia que generalmente interpretaba villanos pragmáticos y de mirada muy enfocada. Podría haber protagonizado con éxito un film, de esto estoy seguro.
Glauco Onorato: Impresionante y cavernoso doblador de Bud Spencer, increíble en dicha labor en “Una razón para vivir y una para morir†de Tonino Valerii
José Torres: Desconocidísimo actor que alternaba entre villanos y personajes positivos. Muy bien en, entre otros films, “Tepepa†de Petroni.
Eduardo Fajardo: El primer doblador de esta luenga lista. Cuando se doblaba a sí mismo (lo que no era siempre), tenía una voz profunda y sedosa, apropiada para personajes de villano adinerado, aunque una de sus mejores interpretaciones en el género es la del extrovertido rústico en “Los cuatro salvajes†de Mario Caiano.
Frank Wolff: Actor de trágico destino que aguantaba como nadie los característicos primeros planos del género.
Claudio Camaso: otro actor de aciago destino. De fuerte personalidad aunque menos sutil que su hermano, Gian Maria Volonté, Camaso parecía a menudo sentir odio por todo y por todos.
Antonio Casas: sobrio y adaptable actor, siempre bienvenido.
Y un largo etcétera.
CINE ESPAÑOL:
Manuel Alexandre: Actor que rara vez hizo de protagonista. Muchos papeles de comedia, pero también un excelente papel dramático en un film llamado “La sombra del delatorâ€. A veces pienso que, por sus papeles, no ha estado dando todo lo que tiene dentro.
Agustín González: Muchos cabreados pero también muchos personajes con autoridad. A destacar: “El caso Almeríaâ€, un Tartufo televisivo, y la obra de Beckett “Eh, Joeâ€.
Ramón Barea: el tipo odioso al que mata Karra Elejalde en “La madre muerta†y el excelente protagonista de “En la puta calleâ€.
Julio Peña: visto en muchas coproducciones internacionales: de aspecto respetable y expresión melancólica, se midió con Peter Cushing y Christopher Lee en “Pánico en el Transiberianoâ€.
Macarena Gómez: intensa actriz andaluza, muy bien en “Dagon†y “Padre Corajeâ€. Todavía tengo que ver la que hizo con Balagueró y “El calentitoâ€.
VARIOS, ALGUNOS MUY PERSONALES:
Julio De Grazia: Actor argentino, ya fallecido. Sólo conozco una interpretación suya, la del abogado en “Tiempo de revanchaâ€, pero me encanta este personaje.
Concha Valero: la recientemente fallecida dobladora comenzó su carrera como actriz de imagen, aportando una necesitada dignidad a una larga serie de modestísimos y pintorescos films. De pelo negro, pómulos marcados y modos relajados tenía (al igual que otros dobladores como Langa, Guardiola y Eduardo Calvo) una fuerte presencia física, pero a partir de los 90, que yo sepa, se dedicó exclusivamente al doblaje.
Eduardo Calvo: Otro actor-doblador, muy poderoso de presencia física y de voz, contribuyó su cascada voz, nariz aguileña y mirada triste a films de Berlanga, Bardem, Pilar Miró, Ricardo Franco y otros, en papeles que imponían autoridad, aunque uno de sus mejores papeles fue de comedia, en “Demasiado para Gálvezâ€. Su limitación principal como doblador era similar a la de un actor de imagen que, por ejemplo, fuese demasiado grueso: su tipo de voz no encajaba con lo que se espera de un protagonista, pero en ocasiones aparecían películas protagonizadas por actores “de carácterâ€, como el Ron Moody de “El misterio de las doce sillasâ€.
Kathleen Wilhoite: esta angulosa actriz de voz algo ronca alternaba en los 80 y 90 entre mujeres enloquecidas, drogadictas o anormalmente simples y personajes afables o extrovertidos. En los últimos años se ha dedicado casi en exclusiva a los sitcoms.
Victor Argo: ya fallecido, este actor de origen hispano, pesado corpachón, surcado rostro, acento neoyorquino y voz muy grave tenía un estilo muy reservado, como demuestra su modo de contener la emoción en una escena en “Blue in the Face†o su impasible rabia e intentos de mantener su dignidad en “El rey de Nueva Yorkâ€. A menudo doblado por Pepe Mediavilla, otro actor de voz profunda.
James Russo: que yo sepa, siempre interpreta papeles de duro callejero (policía o delincuente) pero lo hace como si fuera la primera vez.